Perseverantes en su negociado, llevan quince años juntos, Balmog dijeron que no volverían a grabar un álbum hasta que fuera por lo menos igual de bueno que su anterior Summa Fide, y les aseguro que este era espectacular.

‘’Todo es sexo, excepto el sexo, que es poder. Si me jodes, yo también te joderé. ¿No sabes que el poder es solo sexo? Ahora pregúntate quién está jodiendo a quién’’. Así de contundente se muestra Janelle Monáe en «Screwed», parte de su tercer disco, el que probablemente haga de ella la estrella planetaria que siempre estuvo claro que llegaría[Leer más…]

Parece que la fórmula chica carismática con voz privilegiada más chico creativo al mando del cotarro creando atmósferas está bastante de moda. Beach House o María Arnal y Marcel Bagès podrían corroborarlo. En este contexto no parece descabellado que una artista de la talla de Laura Marling, que ha cosechado en la última década una carrera sólida y plagada de[Leer más…]

Con poco más de veinte años la figura de Brent Cobb emergió para ya desde sus inicios, en su faceta interpretativa o compositiva, establecerse como una muy remarcable escenificación de los sonidos clásicos americanos, con especial dedicación en el country.

Como manifiesta claramente el título del disco, es voluntad de este cuarteto londinense recrear la tradición musical americana, principalmente la grabada antes de la Segunda Guerra Mundial. Por tanto, si nos planteamos la escucha de este debut bajo estos parámetros, los de la recreación, nos aguarda un buen rato de disfrute añorando el sonido de la Carter Family, Louvin Brothers[Leer más…]

Contiene la música de Low Cut Connie una inusual capacidad consistente en retrotraernos a un estado anterior, casi primitivo, del rock’n’roll. Una característica que en buena parte llega inculcada por su peculiar pianista Adam Weiner, promotor del proyecto y en el que es fácil ver reflejados los estímulos de Fats Waller, Professor Longhair, Leon Russell o Elton John.

Si aún no lo conoces, te dejará con la boca abierta en pocos segundos. De sus cuerdas vocales pende el espíritu del mismísimo Roy Orbison. Marcel Riesco vuelve a parar el tiempo con su guitarra y voz prodigiosa en All Shades of Blue, una docena de canciones —ocho composiciones propias— que parecen surgir de la época dorada del rock.

Aunque no siempre está justificado, ahora casi todo es motivo de reedición, cualquier disco que cumpla diez, veinte o treinta años tiene en perspectiva una nueva replica, con más o menos adornos, con extras aquí y allá.

Se pueden seguir reinventando cambiando al Papa por un Cardenal, pueden cambiar los músicos de los espectros sin nombre todo lo que quieran pero lo cierto es que lo que, en principio, tan solo parecía una formación destinada a agitar la escena durante el tiempo que el público tardara en cansarse, se van a quedar.

Sirva de previa advertencia que el pasmoso y muy rock’n’roller nuevo directo en eléctrico de la banda de Peter Panes bilbaína dista notoriamente de esta flamante y cálida grabación —comandada por el gran Saúl Santolaria—, que prosigue por los magnos cánones habituales.