Perseverantes en su negociado, llevan quince años juntos, Balmog dijeron que no volverían a grabar un álbum hasta que fuera por lo menos igual de bueno que su anterior Summa Fide, y les aseguro que este era espectacular. No mentían, Vacvvm les muestra en ascendencia con una fórmula no alcanzable para cualquiera: ortodoxia, devoción y temperamento. Vacvvm comienza sometiendo al oyente, una espiral de locura, y así hasta dejar tu psique en coma. Uno puede aducir que su exceso es agotador, pero es que nadie les promete que Vacvvm vaya a ser un paseo. Todo lo contrario, es una experiencia que embota los sentidos, latigazos para alcanzar el éxtasis fugaz cada vez que la batería marca ese segundo que detiene el caos y la vorágine en «Eating the Descent». El tour de force que es «Vigil of the Blinds», Celtic Frost en esencia no en remedo. El mortuorio desfile de «Gignesthai». Repetición y acumulación como método de transfiguración. Una excelencia que en directo se transforma en una verdadera experiencia psicodélica. La única que podrán ustedes experimentar de verdad, en vivo son un viaje astral. Una transfiguración de dimensiones cósmicas. En espíritu, más cercanos a Magma que a Watain. Los iniciados lo saben.
IVÁN LÓPEZ NAVARRO
