Tras un periodo de reformulación de su propio lenguaje musical, el asturiano Willy Naves vuelve con un disco cocido a fuego lento, en el que, ahora sí, se ha encontrado a sí mismo.

Prolífico y productivo como era, estaba cantado que los cincuenta años de «Space Oddity» servirían de excusa para lanzar esta caja de tres vinilos en 7’’, con demos inéditas en mono y sonando a 45 rpm, subtitulada Demos and Unreleased Songs.

En 2017, en un artículo titulado De sonidos americanos…y esas cosas, me hacía eco junto a nombres como los de Elijah Ocean, Ben Bostick Vandoliers o Ron Pope de la aparición del entonces último disco de Paul Thorn.

La impredecible creatividad de Rivers Cuomo y lo suyos no deja de sorprender, por prolífica, y también por su capacidad de cabrear a los viejos fans. Sobretodo, para el caso, con The Teal Album, una frivolidad, seguramente, innecesaria, en forma de disco de versiones, en su mayoría hits de los años ochenta de alcance radiofónico universal, aunque también dan cabida[Leer más…]

En enero de este mismo año, Johnny Stanec nos avisaba en una entrevista publicada en esta casa, “definitivamente es un disco más sencillo que los últimos. Las canciones son cortas y de mucho ritmo, casi hasta el final. Inicialmente se suponía que iba a ser el principio de una nueva banda, pero ahora que está grabado tiene más sentido lanzarla[Leer más…]

Que los creadores quieren a todas sus obras por igual, como a los hijos, y que la última realizada es siempre la mejor de todas ellas, son frases que se asumen a sabiendas de que pocas veces trasladan la realidad.

Las canciones de Patty Griffin pueden clasificarse en dos grupos, buenas y muy buenas, y las de esta su décima galleta pertenecen al segundo grupo. «Mama’s Worried» abre la lata a lo grande.

‘’Dadme al fin lo que se me debe, dadme la hermosa vida que amo’’, declama el bardo de San Sebastián, mientras exige los galones que le corresponden por su contribución al fracaso vital.

El singular músico canadiense Vernor Winfield McBriare Smith IV, más conocido como Mac Demarco, ha lanzado su cuarto disco en su propio sello de reciente creación, llamado simplemente Mac’s Record Label. No hay que andarse con rodeos.

No recuerdo cuánto hace que el nuevo álbum de un músico que desconocía me produce tan inmediato regocijo. Es sonar el primer corte, «Tomorrow Might as Well Be Today», y aflorarme un voraz entusiasmo que parecía olvidado.