Si Dani Nel·lo fuera dueño del ACLAM CLUB, cambiaría las espectaculares guitarras que adornan las paredes del local por saxos y quizás, hubiera quitado las mesas y sillas que aportan comodidad, pero restan posibilidades para menear las caderas y bailar el bullarengue o el ritmo propicio, la paleta es amplia. De todos modos, y a pesar de estos, superficiales, inconvenientes, Dani Nel·lo y su Organ Trio se sintieron como peces en el agua y se marcaron un show notabilísimo que enardeció a una sala casi repleta.
Como nos contó en una suculenta entrevista, que pronto podrán degustar, tocar con un trío de órgano (formación mitificada) era, para el fogoso saxofonista barcelonés, una de sus asignaturas pendientes y, por fin, lo ha conseguido con el respaldo de Gerard Nieto (órgano), Martín Búrguez (guitarra) y Ramón Ángel Rey (batería), tres compinches de altísimo nivel para alcanzar un sueño. Junto a ellos ha grabado “Bric-À-Brac” (Buenritmo, 2024), once sinfonías de bolsillo o descatalogadas (marca mercadillo de segunda mano), que nos llenan el alma de placer. Ellas (las tocó todas) fueron el sustento de un concierto que también contó con temas pretéritos.
El catedrático del tenor, no se anduvo con chiquitas y, exceptuando el lento standard “It’s the Talk of the Town” y el medio tiempo, “Blue Iguana” (Mambo Jambo), el resto fue una catarata rítmica imparable que mezcló rhythm & blues, rock & roll, jazz o latinazos exuberantes. Un repertorio exquisito, excelentemente interpretado (ninguna novedad) y sonorizado.
El cañonazo inicial lo formaron, “El Escorpión”, “Grand Prix” y “Sticks and Stones” (versión Ray Charles) a modo de suite relampagueante, tan solo interrumpido por Dani para presentar a la banda, sin que la música dejara de sonar, estrategia que repitió en “Jumpin’ the Blues”/”El Caso Montesi” (estratosférica) y “Los Ases del Baile”/”Party”. Eso no significa que el máximo protagonista tuviera los labios pegados a la boquilla de su instrumento constantemente ni que sus compañeros no pudieran respirar. También hubo tiempo para presentar alguna de las composiciones y contar su procedencia o el motivo de la inclusión en el set.
Parece ser que los rockers, de los 80s, tenían problemas para que su tupé se aguantara y como remedio, utilizaban una especie de crema, con efectos de fuerte pegamento llamada “Fijador Toluca”, de aquí vendría el origen del título de un tema con mucho sabor a Tequila. El abuelo de Nel·lo poseía una de aquellas extintas cabezas de jíbaro reducidas y de esta anécdota histórica nació “Encanto Jíbaro”.
No podía faltar alguna alusión a sus precedentes favoritos como King Curtis, a quien homenajeó con “Cia King Curtis” y hasta imitó aquel rugido llamado growl que inmortalizó el glorioso artista de Texas. Pues con estos y otros jugosos comentarios más, llenó la parte jocosa de la velada en la que también destacaron, abordando de nuevo la temática musical, “Movin’on” (versión Red Holloway), el chachachá “Muchacha borracha”, “Mr. Yo”, la guaracha “Annabacoa” (adaptación del clásico creado por la dupla Pérez Prado/Benny Moré) o “Zarpazo”, la enésima bomba de relojería.
Solvencia, elegancia, sabiduría y un gusto musical único (sólo al alcance de los sabios), hacen del señor Dani Nel·lo un monarca en sus lides. El que nunca falla. En el caso que nos ocupa, el reluciente Organ Trio, le ha puesto, todavía, la tarea más llana. Ejemplares.
Texto: Barracuda
Fotos: Marga Merí