El adiós siempre duele. Cuando has querido a algo o a alguien y lo has convertido en centro de tu todo, el adiós es una puñalada que nunca deja de sangrar. Y tres décadas dan para mucho amor. Juancar Parlange se rodeó de todos los Bonzos posibles para cerrar la etapa de un grupo que ha sido pieza clave en la escena bizkaína y, sobre todo, de una Margen derecha en la que igual se miraba de reojo al furioso Punk más allá del Puente Colgante. Pero Bonzos demostraron beber de fuentes eternas como Ramones o The Clash y esa bandera nunca la han dejado de enarbolar.
Ante todo la emotividad es una fuerza que mueve el mundo. Ver salir a casi todas las formaciones del grupo a escena juntos provoca recuerdos y vivencias, de las buenas. Más allá del concierto, en el que fueron entrando y saliendo del banquillo, durante hora y media en la que cayeron 25 temas, de todas sus etapas. Inicio con el último trío y soltando “T.N.T.”, primer tema de su primer disco. “Too many kisses”, la gran “Baby baby” o la versión de “Commando” de nuestros dioses de Queens.
“Only with you” (qué tendrá el Punk ramoniano que siempre acaba hablando de besos y amoríos eternos) y “Surrender”, de Cheap Trick. Para mí, uno de los temas más grandes de esta maravillosa ponzoña que llena nuestro corazón y te da fuerzas cuando miras al abismo con ganas de saltar dentro de él. “Bonzo Girls”, “Nueva York” (ay, esos recuerdos de cuando se sintieron estrellas grabando en la Gran Manzana), “San Genaro”… vamos, que los himnos se les caían de los bolsillos, muchos pantalones sobre la escena en un ir y venir de músicos que han formado parte del ejército Bonzo.
“Lluvia, hierro y Rock´n´Roll”, dedicada a lo que fue el Bilbao de los 80 y 90 (ojo al libro del mismo título, de Álvaro Heras Gröh, otro que fue Bonzo, una Biblia imprescindible si te has movido por el Botxo en los años grises), “Tú yo”, “Yo quise ser Gardel” (aquí con Martín Cápsula, productor de y guitarra de sus tres últimos trabajos)… un no parar. Es imposible poner un pero a una despedida soñada por cómo fue, porque a veces despedirse te mata en vida.
En el bis final su canción insignia como dijo Juancar, “I want you back”, dio paso a “Cementerio indio”, sobre esos amores que no están enterrados y la traca final, con el escenario con todos los Bonzos. Si de inicio salieron a saludar, en el final fue para tocar, y no podían hacerlo de otra manera más que con “Adiós amigos”, ese tema dedicado al Carpanta, al Gwendolyne, a todas las salas que hicieron de Getxo un vivero de buena música, positividad y creatividad a raudales. Y buena parte de todo lo bueno que eso significa y perdura, es responsabilidad de Juancar Parlange y sus Bonzos. Honor y gratitud.
Texto: Michel Ramone
Fotos: Dena Flows
Grandes Bonzos! Grande Juan Carlos!!