Aunque no sea un artista que encaje, religiosamente, en esta historia, Jonathan Richman compuso “Summer Feeling”, canción que refleja las sensaciones que tenemos al hablar de este festival; no creo que los rockers se enfaden mucho.
Si debemos obedecer al Observatorio Astronómico Nacional, el verano comienza el 20 de junio. Pero si nos guiamos por nuestros sentimientos rocanroleros, el estío, de verdad, se inicia a principios de mes en Calella, dónde, desde 1999, se celebra el festival Screamin’, evento que se centra en la vetusta (adjetivo utilizado por iletrados) música de los 50’s, aunque, por energía y calidad, correspondería denominarla fresca y juvenil. Lo añejo (vistas las modernidades que nos aturden) representa, cada día más, el futuro.
En otro craso error de apreciación, al reggae o al rockabilly (nuestro caso) se las sitúa en el paquete de músicas veraniegas como si no pudiéramos gozarlas en el mes de febrero. Cierto es que el regocijo y las ganas de bailar que producen este tipo de géneros son más propicios para la época estival, pero apodarlas de cierta manera, las conduce al mundo de lo liviano, fiestero y comercial, San Chuck Berry sabe de lo que hablamos.
Picando piedra sin parar, el Screamin’ ha conseguido, en esta larga y loable trayectoria, que artistas del calado de Wanda Jackson, Nikki Hill, Sonny West, Nick Curran, The Blasters o The Cadillacs, hayan arribado al pueblo del Maresme para llenar de buena música los diversos escenarios del singular acontecimiento. Para este 2024, la organización también ha preparado una carta dónde elegir platos apetitosos.
En los amplios salones de La Fábrica Llobet nos encontraremos, entre otros, a Big Sandy with Los Torontos, Les Greene, Marcel Riesco, el gran Mike Sanchez, un imponente repaso al repertorio de Sam Cooke a cargo del norteamericano Vel Omarr, los italianos The DiMaggio Connection, Sebastien Bordeaux, un hermoso tributo a las mujeres pioneras del género protagonizado por Rosie Flores, Marti Brom y Little Rachel & Connie, el show especial de Don Diego Trio o la exuberante energía de Jake Calypso and His Red Hot. A todo ello hemos de añadir una nutrida representación nacional y la habitual pléyade de DJS que amenizaran a todas horas (va a ser difícil dormir) la imparable fiesta. En el terreno musical nos queda por resaltar un homenaje básico. Se cumplen 65 años del fatal accidente en el que murieron Buddy Holly, Richie Valens y The Big Bopper. El festival no ha querido olvidar esa fatídica fecha, programando una velada titulada “Winter Dance Party” (65th Anniversary Special) en la que Mario Cobo se vestirá de Holly, Big Sandy de Valens, Agustí Burriel de Big Bopper, Spencer Evoy en Frankie Sardo y The Velvet Candles emularán a Dion and The Belmonts. Un cierre de campanillas.
En el Screamin’ podrán bañarse en la playa, convertirse en croquetas con la limpia y blanca arena, beber sabrosos cócteles o tomarse una gigantesca copa de helado. Pero sobre todo, disfrutarán de un ambiente genuino, escucharán música sin fecha de caducidad (rockabilly, r&b, doo-woop, western swing, etc…) y bailarán hasta reventar.
No lo olviden, del 3 al 9 de Junio, el Screamin’ 2024 explosiona. Toca mojarse.
+ info: https://www.screaminfestival.com/?lang=es
Texto: Barracuda
