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Sunny Day Real State – Irving Plaza (New York City)

 

En el verano de 1994, Germán, un buen amigo, y uno de los dueños del legendario bar TEXACO de Barcelona (si eres lector veterano, sabrás de qué lugar te hablo), viajó a Seattle con la intención de empaparse en primera persona, y en el epicentro de todo, de la escena alternativa. A su vuelta, trajo mucho material consigo, uno de los discos era “Diary (1994)” de Sunny Day Real State, y su definición fue clara: era diferente a lo que veníamos escuchando de esa escena, sobretodo en el trato de las melodías y guitarras.

A partir de ese momento, la banda pasó a formar parte de mi dieta musical, y poder verlos interpretando el disco clásico entero nada menos que treinta años más tarde era algo muy emotivo. Por otra parte, esa gira también sirve para evidenciar la importancia del mismo, que para bien o para mal, abrió la puerta de géneros como el emo rock o el post hardcore ¿Acaso el primer disco de Foo Fighters no sonaba como ellos?

El show de New York significaba la segunda noche seguida en dicha ciudad, la primera agotó los tickets rápidamente, y la segunda a punto estuvo de hacerlo. Si bien, salvo por uno de los temas interpretados en el bis, el repertorio fue calcado en ambas fechas, eso no implicó disfrutar de un show que trasmitió sinceridad en todo momento. Arrancaron con “8” pieza de su segundo trabajo a modo de introducción, y que dio paso a interpretar el debut completo y en el mismo orden, y aunque el efecto sorpresa queda anulado, escuchar “Seven” e “In Circles” del tirón, deja claro el legado de una época.

La banda en formato de tres guitarristas, se mostró completamente conjuntada, aplicando los dos jefes Jeremy Enigk y Dan Hoerner, los tempos necesarios en todo momento, de calma tensa o electricidad cuando tocaba respectivamente. Así mismo, destacar la base rítmica de pegada superlativa de Will Goldsmith, y que lleva las interpretaciones a otro nivel.

El repaso al resto de su discografía se reduce a interpretar en el bis una tripleta de referencias, destacando “Faces in Disguise” del no suficientemente reivindicado “The Rising Tide (2000)”, y que fue especialmente disfrutable. Para cerrar, volvieron al sonido básico de la banda con el largo desarrollo de “Novum Vetus”, y en concreto un tema salido de las sesiones del disco “How It Feels to Be Something On (1998)”, y que representa el presente de la banda en cuanto a grabaciones.

Para rematar estas líneas, un par de apuntes a modo de complemento de la noche:

-El batería, Will Godsmith, lucía una camiseta del álbum “Wrong (1989)” de No Means No, lo cual me tele transportó a la sala Garatge de Barcelona, y me recordó que era buen momento para recuperar ese disco, cosa que te recomiendo a ti también si has llegado hasta aquí.

-Si asistes a uno de los shows que programa la sala Irving Plaza, no dudes reponer fuerzas a posterior en el clásico local Joe’s Pizza, ubicado a un par de manzanas.

Texto: Oscar Fernández Sánchez

Fotos: Sonia Eireos Gallarín

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