Los planes para aquellos que nos encontramos en la primera etapa de la paternidad y maternidad significan que no somos menos rockeros, pero sí menos trasnochadores. Por suerte, hay quien se encuentra en nuestra misma situación y es consciente de que puede ondearse la actitud más punk en turno de mañana. Bienvenidos sean los vermuts, las comidas y hasta las meriendas musicales.
En Granollers, y conscientes de dicha situación, se celebra el MiniBeat Festival. Organizado por l’Arcada Koncerts y desde lo más profundo y auténtico del Do It Yourself. El pasado 5 de mayo tuvo lugar la 7ª edición, donde la música sin filtros y la infancia se encuentran. Punk, hardcore, pop y rock psicodélico se unen a talleres de música, y actividades artísticas.
El encuentro tuvo lugar en Roca Umbert Fàbrica de les Arts, unas instalaciones perfectas para agrupar todas las actividades en su horario diurno.
Como si de un gran festival se tratase, encontramos distintos escenarios repartidos por todas las instalaciones, donde las actuaciones se fueron sucediendo, sin solaparse, a través de toda la jornada. La apuesta musical fue fuerte desde un inicio, más de diez bandas pusieron en escena su música y actitud repartidos en los cinco escenarios del festival.
A las 11h de la mañana se iniciaron las actividades. Por un lado, un escenario como ‘Escuela de Rock’ mientras en el escenario, de nombre homónimo a la asociación, saltaron Sunfruits. La banda australiana de pop psicodélico, quienes venían presentando su primer LP On Degree.
Tras ellos, en el escenario Cor Petit, saltaron los locales The Crüx, el primer golpe de rock duro de la jornada para los que aún dormitaban, con su mezcla de grunge, punk y rock alternativo. Tras ellos The Zephyr Lake, con temas de su primer álbum “Feel The Flesh” (2021) mezclando el añorado caos de atmósferas de Sonic Youth con melodías pop.
Paüra tomaron el relevo, punk rock en catalán, melódico y rítmico de la escuela de NOFX y, finalizados ellos, dieron paso a Burxa.
Los platos más fuertes de la jornada se situaron en el escenario principal. La actuación de los andaluces G.A.S Drummers fue una de las más esperadas. Tras su larga y ancha andadura, tanto en lo estilístico como en lo geográfico —Europa es un lugar recurrente para sus directos—, hicieron gala de su variedad de temas, desde sus inicios, donde el punk rock californiano de melodías Bad Religion era evidente, hasta su paso por el punk rock más noventas con temas como ‘We Got The Light’ o amagos más Foo Fighters.
Joan Colomo, un viejo amigo del festival, y natural de la zona, propició un espectáculo más desenfadado, llenando la audiencia de niños, con un repertorio de lo más festivo y apto para los aspirantes a rockeros.
Y sin bajar la guardia y como un golpe de remate en la cabeza, aparecieron los portugueses The Black Wizards. Un trallazo a modo de Fuzz en formato de power trio con riff machacones y Groove hipnótico. Con casi diez años de trayectoria y de experimentación sonora. Una banda perfecta para los jóvenes fans de Black Sabbath.
Y final con broche festivalero con Perro Pachingo, la banda de La Roca del Vallés, con rumba y bailoteo con camisetas punk.
Destacable la presencia de la asociación Hardcore Hits Cancer, al servicio del punk y metal para los más jóvenes.
MiniBeat Festival es una apuesta interesante, abalada por siete ediciones y con vista a una octava. Seguiremos yendo y llevando a nuestros hijos, porque nos lo pasamos todos en grande.
Texto: Mario Silvestre
Fotos: Cristina Garrote
