Cuarto disco de la inglesa Marika Hackman tras su excelente y controvertido Any Human Friend, un disco en el que hablaba abiertamente de su sexualidad. Big Sigh va un paso más allá hacia la introspección, un disco de madurez de una artista que lleva más de diez años creando.
Como un gran suspiro después de una etapa turbulenta y oscura de su vida, el álbum transita por caminos interiores navegando entre sentimientos descarnados, sinceridad brutal y melodías perfectas. El primer single, «No Caffeine», nos regala una lista de las cosas que Hackman hace para combatir los ataques de ansiedad.
Es este quizás uno de los trabajos en los que más se ha mostrado a ella misma, sus miedos y sus angustias más profundas. En «Hanging» nos relata cómo salió de una relación abusiva, por ejemplo. Canta: “My heart won’t grow with your fingers down my throat”. Liberador y perfectamente compuesto, Big Sigh nos ofrece melodías con guitarras indie-pop, pero también la delicadeza de un piano tranquilo. Una joya de principio a fin.
Anabel Vélez
