Paso a paso, el músico argentino Maximiliano Calvo se está abriendo camino en la escena musical española. Este artista nacido en Rosario, antiguo miembro del conjunto Intrépidos Navegantes, cruzó el Atlántico por su amor a las canciones de Sabina, las películas de Amenábar y los libros de Chirbes, encontrando en la noche de Madrid su hogar natural.
Un estilo musical que bebe del géiser del rock de los 70 ‘s, pasando por el filtro de la modernidad y de artistas como Tequila o Los Rodríguez. Historias rocambolescas, plagadas de nocturnidad y alevosía, son las que componen su primer trabajo de larga duración, El Gallo. Doce cortes publicados por la discográfica Universal que verán la luz a finales de abril del 2023.
Es un placer hablar contigo. ¿Cómo te sientes al haber logrado publicar tu primer disco después de haber pasado por un largo proceso de creación y producción?
Ha sido un periplo precioso. Viajé de Madrid a Asturias y de ahí a México. Nos fuimos un grupo de amigos a Ciudad DF, entre borracheras y grabaciones nocturnas en los estudios 3 KMKZ en el barrio de Coyoacán, salió El Gallo.
Quise ser fiel a la concepción mística que posee la noche, el disco trata mucho sobre esos escenarios de amoríos nocturnos, pasajeros de bar, noches largas, antros y mañanas jodidas ….
Ahora, creo que estoy más tranquilo (risas). Lo que quiero en estos momentos es tocar y tocar. Quiero que la sangre del público corra rápido en el tempo de las canciones. Ojalá podamos girar mucho.
¿Por qué decidiste realizar la producción y grabación del álbum en estos estudios de Ciudad de México?
Conocí al equipo en Madrid en una noche loca después de un concierto que di en el Café Berlín. Tomando mezcales, que nos costó conseguir, surgió la idea de ir a México y grabar el disco allí. Esta idea alocada al final se hizo realidad. A los dos meses estaba volando hacia allá, directo a Coyoacán, uno de los barrios más bonitos que conozco.
Fueron 25 días donde nos volvimos un poco locos: horarios imposibles, mil millones de dudas, sesiones interminables, mi desorganización habitual… Dentro de este caos forjamos una amistad preciosa que a día de hoy crece y se fortalece. Los quiero mucho y siento que hicieron que el disco se elevara muchísimo. No será el último trabajo que hagamos.
Toda una experiencia vital. Además, casi todas las canciones las compusiste en un hotel en Asturias. ¿Cómo recuerdas esas noches?
El proceso fue arduo, bebíamos mucho alcohol y fumábamos bastante. Nos pasábamos noches enteras tocando, y como estábamos en mitad del campo, al llegar la mañana cantaba un gallo … Ahora el nombre del disco también es mi mote.
Un trabajo en el que se mezclan varios estilos musicales, desde el Rock Nacional hasta ritmos rumberos, aunque todo acaba terminando en una especie de rock clásico.
Las fronteras se las dejó a los políticos, hay algo curioso en la música y es que conecta. Las canciones unen. Al final son los géneros que conectan mi ADN etílico, mi poesía trasnochada, mi voz rasgada. La izquierda de la noche, como dicen los Babasónicos.
En este disco es cierto que no hay tanto predominio de las rumbas, pero en directo sí que acudimos a ellas, igual que a los boleros. Al final todo termina más en una especie de Los Rodriguez o de The Doors.
Los diferentes adelantos que presentaste han funcionado muy bien, teniendo muy buena recepción por parte del público. En líneas generales, una canción que representa bastante bien este trabajo es “Feng Shui”.
Sí, la línea general de las letras que conforman El Gallo son un poco así. El perfil tragicómico de todas las letras es lo que convierte al disco en algo bastante divertido. Me estoy amigando bastante con la parte divertida de la música.
Me gustaría preguntarte por tus inicios, ¿cómo comenzó tu trayectoria musical en Argentina?
Empezó con rock. Tenía una banda con mis compañeros del colegio que se llamaba Intrépidos Navegantes. Luego sucedió que nos fichó Litto Nebbia (padre del rock argentino) y ahí empezamos a tocar en festivales y a abrirles a muchos artistas. Fue un poco locura y la verdad es que ahora volver a esa fuente musical con este disco me hace sentir en sintonía. ¡Viva Charly García!
Uno de los elementos clave en tu carrera fue cuando decidiste venir a Madrid y comenzar tu proyecto en solitario. ¿Por qué decidiste cruzar el atlántico?, ¿cómo fueron tus primeros meses en la capital?
Por las canciones de Sabina, los libros de Chirbes, las películas de Almodóvar y Alex De la Iglesia. Hay algo mágico en Madrid, difícil de explicar, y no me equivocaba ahora que lo conozco. Los primeros meses trabajé en una librería llamada Antonio Machado y conocí a muchísimos personajes. Fue un momento vital precioso.
Desde muy pronto te sentiste muy integrado en círculos de artistas y músicos, entre ellos el actor y cantante Jaime Llorente. Además, justamente con Jaime has compuesto una canción que forma parte de este disco llamada “Vagos y Maleantes”.
¡Es un discurso de Franco, eh! Es una locura que se haya modificado la Ley de Vagos Y Maleantes en el 54 para perseguir la homosexualidad.
Jaime es un actor prodigio y potente. Es un buen amigo mio, pero sobre todo es un profesional de los sentimientos, del corazón. Su participación hizo que este final del disco sea bastante fuerte e impactante. Cuando la escuché por primera vez me impactó, me encogió el pecho. Pensé: lo que estamos haciendo es una locura bastante gorda y necesaria.
Actualmente, salvo excepciones como grupos como EL Mató a Un Policía Motorizado, en estos momentos hay menos interconexiones entre el rock argentino y el español que en la década de los ochenta o noventa. ¿Por qué crees que es debido?
No te creas. Tengo amigos como Conociendo a Rusia, Ainda, Marilina Bertoldi o La Zoe Gotusso. Hay muchas cositas que están cruzando el océano.
Tu primer disco lo publicas con Universal. ¿Cómo surgió esta unión?
Empezó todo en Virgin cuando me firmó Manuel Martos y luego fue llamando la atención de Narcis Rebollo y su equipo. Recuerdo una escucha en la casa de Narcis donde salió un poco la idea. Gracias a la movilidad del equipo de Virgin que al final pudimos movernos y empezar este camino con Universal.
En apenas un mes comienzas con la gira. ¿Tienes ganas de salir a la carretera?
Tengo ganas de tocar en cualquier lugar.
Por último, ¿qué significa la música para ti?
A veces siento que quiero más a las canciones que a mi vida o que las canciones son mi vida. Realmente, entiendo la música como una fusión entre mi existencia y el oficio de hacer canciones.
Texto: Víctor Terrazas
