Su propia nota de prensa asegura que nos encontramos ante un investigador de “la canción popular afronorteamericana, también en su vertiente latinoamericana, buscando un lenguaje musical propio con el que poder articular su discurso”. Algo que el propio Martín Sánchez corrobora al definir su debut, Personal Suite.
¿Cómo definiríais tu disco?
Personal Suite es el resultado de la búsqueda obsesiva de un vehículo sonoro sobre el que poder articular mi discurso en un momento concreto, intentando aproximarme desde el Rock clásico y el Rhythm and blues, (mis raíces musicales) a otras sonoridades todas ellas de origen afro-norte americano y latino americano.
¿Dónde crees que encaja en el panorama nacional?
Creo que es un disco apto para un público bastante diverso, pero sin duda desde el punto de vista de la industria cuya labor es etiquetar lógicamente y dirigir hacia un perfil determinado me imagino que el calificativo sería seguramente Rock Español, lo cual no me disgusta en absoluto, al contrario que algunos compañeros de profesión nunca he tenido complejos con el asunto del idioma.
¿Con qué hipotéticos grupos o solistas podría montar Martín Sánchez un festival?
No lo sé, no soy un gran amante de los festivales. Prefiero tocar solo y que el público venga a ver mi show. Tampoco suelo alternar demasiado con gente de otras bandas y con otros músicos, digamos que el ambiente “festivalero” no es lo que más me seduce, pero, ante todo me considero un profesional de esto y donde me contraten allí estaré intentando ofrecer un espectáculo de la máxima calidad.
Primer disco y difícil de calificar por la multiplicidad de estilos ¿define eso tu manera de pensar la música?
Tal y como yo lo entiendo, la música es el vehículo o el soporte sobre el que uno deposita su discurso particular. Es uno de los sistemas de comunicación más antiguos que se conocen. A la hora de buscar elementos válidos para el trabajo de creación intento liberarme de todos los prejuicios posibles y que todo lo que fluya sea orgánico, me da igual que venga de África, Irlanda, Puerto rico o el delta del Mississippi.
Creo que es un álbum que llevas preparando varios años ¿cómo ha sido eso?
La idea siempre ha sido llevar a cabo una producción que pudiese jugar en primera, es decir que el soporte sonoro tuviera una calidad técnica similar a la de cualquier disco editado por Universal o Sony, (por poner dos ejemplos) pero sin contar con esos presupuestos evidentemente. Al final las limitaciones de presupuesto se suplen básicamente con tiempo, constancia, trabajo artesanal y mucha paciencia. Esto, unido al trabajo previo de investigación en los diferentes estilos musicales a los que queríamos aproximarnos han contribuido a dilatar el proceso de producción bastante más de lo previsto.
Es un primer disco, pero no eres alguien novel. Has grabado incluso con Paco Trinidad. Háblame un poco del pasado.
Musicalmente siento que todas las experiencias anteriores, con sus aciertos y desatinos, han sido necesarias para poder hacer un disco como Personal Suite (el primero del que me siento orgulloso al 100%). No me arrepiento de haber formado parte de otras bandas ni de haber trabajado con otros productores, pero creo que desde que tome la decisión de caminar solo, todo ha ido infinitamente mejor, y eso ha sido en gran parte gracias a mi actual productor Iñigo Guerrero.
¿Cómo influye esa carrera previa y tu carrera como actor en este disco?
Mi experiencia previa en otras bandas me ha servido para aprender el oficio, para descifrar el código, para saber estar en un escenario, empezar a crear mi personaje, y formarme en la disciplina de la creación musical y literaria. En el caso de mi incursión en el mundo actoral, la disciplina de la interpretación, junto con el análisis profundo de la dramaturgia como método de trabajo, me han ayudado por un lado a fortalecer mi personaje musical y por otro a tratar de enriquecer el contenido de los textos de las canciones.
He leído comparaciones con Morrisey o Richard Hawley. A parte del vértigo que eso puede ocasionar ¿cómo lo ves?
(Risas) Lo de Morrissey creo que viene más por un ligero parecido físico. La primera vez que me dijeron que nos parecíamos yo tenía 14 años y no conocía a los Smiths. A raíz de esa anécdota comencé a escucharles y luego siempre he seguido a Morrissey en solitario. Y lo de Richard Hawley en todo caso es un tremendo honor, porque es un artista al que admiro, y creo que tiene algunas obras altamente recomendables.
Texto: Eduardo Izquierdo