Quien haya seguido la trayectoria musical de Michael Davis Pratt (Jim White para los amigos) conoce de sobra las claves que permiten disfrutar su obra.

Alumno aventajado del folk-punk de Austin Lucas o Chuck Ragan, me da a mí que actualmente Frank Turner pagaría por un disco como este. Acostumbrado a pasear su música de forma acústica por media Europa, el holandés ha aprovechado los últimos meses para dotar a sus canciones de un fondo instrumental que las engrandece enormemente.

El nuevo trabajo de Daniel Ruiz sigue un modus operandi similar al de sus últimos lanzamientos. Esto es, la presentación online de diversos temas durante un periodo de tiempo para, al término del mismo, aglutinarlos en un EP que les otorgue carta de autenticidad, tanto sonora como estilística.

Corre por ahí una respetable corriente de opinión que asegura que los Old 97’s de Rhett Miller llevan tiempo con el piloto automático. Facturando discos que siguen la misma fórmula y que se destacan poco en ese amplio (cada vez menos) mundo del americana.

Una década ha transcurrido ya desde que se embarcaron en su alcohólica caravana de rock’n’roll. Eso sí, con buenas incursiones en country, blues, hard-rock y pop ejecutado con mucha pasión y profesionalidad. Era una buena excusa para entregar un disco en directo (con el añadido de un guapo DVD de regalo y una excelente presentación en general) como clamaban ya[Leer más…]

Un melenudo sueco que vive en Larv, un villorrio perdido de por ahí arriba, con un currículum anterior en bandas de death metal, a priori no parece el candidato idóneo para el disco folk del año. Pero visto lo visto, a fe que opta, y con nota.

Ahí va una de The Cramps en el s.XXI. Y es que esta pareja de freakazos que son Greg Allan y Bex Bicholas, a los que completa Kai Von Fritschen, y que responden al nombre de The Medicine Dolls se me antojan lo más parecido que podemos encontrarnos a Lux Interior y Posion Ivy en este mileno.

En 2017 lanzaron It Better Be Good, un majestuoso doble álbum donde los Spacers se explayaban a gusto, consiguiendo llevar su amplio concepto del classic rock a cotas que, sinceramente, creíamos inaccesibles para grupos que como ellos, venían del más profundo underground. Salvando las distancias, ese disco fue su Quadrophenia particular, su Phisical Graffiti, su White Album, un ambicioso proyecto[Leer más…]

Los  álbumes de confinamiento o pandemia están a punto de convertirse en un género en sí, si no lo han hecho ya. Discos que en la mayoría de casos, como el que nos ocupa, no tienen de momento versión física, y destinados a sufragar ya sea proyectos solidarios o ya sea la propia supervivencia de los artistas que los firman[Leer más…]

Los asturianos llevan casi década y media repartiendo leña desde sus amplificadores, más o menos afiliados al club del hard rock macarra, muy influenciado por el punk, que se originó en los garitos de L.A. y que acuñó el término “Sleazy” para definirlo. Pero en sus anteriores obras, un single, dos elepés (Real Leather, editado en el 2011 y Back[Leer más…]