Discomático

Leather Boys – Born in the Seventies (Fish Factory)

Los asturianos llevan casi década y media repartiendo leña desde sus amplificadores, más o menos afiliados al club del hard rock macarra, muy influenciado por el punk, que se originó en los garitos de L.A. y que acuñó el término “Sleazy” para definirlo. Pero en sus anteriores obras, un single, dos elepés (Real Leather, editado en el 2011 y Back in the Streets que vio la luz en el 2014) y el E.P. Decade of Decadence (2017), ya había cortes que dejaban entrever que su bagaje y sus influencias musicales eran mucho más amplias e iban bastante más allá de las líneas que delimitan el citado estilo.

Influencias y bagaje que explotan en este nuevo trabajo, un puñetazo sobre la mesa en toda regla que certifica la evolución de la banda y su decidida actitud por editar su disco más ambicioso en unos tiempos de zozobra como los que vivimos. No sé si se trata de cerrar una etapa y abrir otra, de marcar un antes y un después en su carrera, lo que es seguro es que Born in the 70’s es su mejor grabación hasta el momento.

En las canciones contenidas afloran propuestas clásicas, «Don’t Cheat on Me» es puro backbeat australiano a lo AC / DC y en el tema título son Kiss los que dejan impronta, pero asimismo sueltan un buen número de trallazos a cien por hora con estribillos de puño en alto, «Underground» o «Flower Power» serían un buen ejemplo, propios del sonido y el espíritu de la avalancha de escuela nórdica que tanto bien hizo al rock en los noventa, Hellacopters, Backyard Babies, Gluecifer, para luego dar un salto hacia atrás y marcarse un rocanrolito punteado por un piano saltarín y con un riff que es puro ritmo y blues en «Sixies & Sevens» sin apenas inmutarse, planchar un par de baladas bien resueltas -excelente la labor de las guitarras en «Fly Free (Blacksmith)»- o cerrar con una pieza instrumental gobernada por una armónica teñida de blues.

Es obvio, como escribíamos con anterioridad, que su crecimiento como compositores y como músicos queda plasmado perfectamente en las catorce composiciones contenidas en el álbum. Además, Born in the 70’s goza de una buena producción, que trata con justicia tanto la parte instrumental como la voz, poniéndose como objetivo que la banda suene como un solo hombre, sólida y compacta. Y no cabe duda de que lo han conseguido.

Manel Celeiro

Foto: Eva Bustamante

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