Ted Russell Kamp & Band estrenó la gira, de seis citas por tierras españolas, en el Razz matazz 3 de Barcelona, sala que ya podemos definir como el relevo del añorado Rocksound: el country–rock necesita casa de propiedad.
El cantante y bajista neoyorquino (camuflado de californiano) ha grabado un nuevo disco (el decimotercero), titulado “California Son” (PoMo Records, 2024) y se ha lanzado a difundirlo con una troupe finlandesa formada por Tokela y Tuomas Metsberg (guitarras) y Janne Haavisto (batería). El calor y el frío unidos, en perfecta cohesión, por una única causa: el rock’n’roll. Si les apetece pueden añadirle blues, country, folk o eso tan bonito llamado blue-eyed soul. A Russell y a nosotros, nos interesan muy poco los formulismos, pero no importa, a la hora de confundir al personal cosas más raras se han visto.
Realmente, lo que hace el amable y simpático Ted Russell Kamp (nos atendió unos minutos al finalizar el show) es tejer preciosas canciones repletas de feeling y de buen gusto. En esta primera aparición (que pinchó a lo que a público se refiere), dio una lección de cómo se consigue hacer bailar a un auditorio sin necesidad de utilizar ritmos acelerados sin ton ni son. Si exceptuamos la introductoria “Paid By The Mile”, las trotonas “Home Away From Home” y “Daughter Of Temptation” o ese final, a lo The Band, con “Down In Mexico”, el resto de los temas transitaron por el camino del medio tiempo, ese que facilita la comunión de estilos: el blues añejo (“Tail Light Shine”, “Steady At The Wheel”), recuerdos de New Orleans y en concreto al sonido del gigante Dr. John (“Hobo Nickel”, “Another Love Song”), country de pura cepa (“The Upside To The Downslide”) e incluso alguna porción de excelente soul-rock como en “Waste A Little Time With Me”. Hablemos de la banda.
Colaborar durante 15 años con Shooter Jennings te curte y aumenta tu sabiduría. No es de extrañar, pues, que nuestro protagonista se fijara en tres finlandeses para sacar a pasear este bellísimo Hijo de California. Quizá nadie más se hubiera atrevido a fichar a estos idóneos elementos de la glacial (por el momento) Europa del Norte. Chocante es, pero cuando observas el modo de manejar los instrumentos (sólo les faltó utilizar el pedal steel para que la obra fuera completa) y acoplarse a las cálidas cadencias de su jefe de filas, parece que hayan nacido en Los Ángeles. Dignísimos asistentes de un bajista excepcional.
Russell Kamp es la estrella, pero no utiliza este status para ponerse medallas, sino para llevar el previo trabajo a buen puerto. Únicamente se lució, en solitario, tocando, magníficamente, las cuatro cuerdas en la fenomenal “Hangin’ On Blues”, uno de los mejores momentos de la noche y dónde el swing (otra faceta del ecléctico conjunto) salió a relucir.
Hemos hablado de Dr. John, aunque también deberíamos hacerlo de Tom Petty (el pop-rock también pulula de alguna manera) y del Dios Bob Dylan (su influencia es notoria en “Path Of Least Resistance”). Sin embargo, este secundario de lujo (se comería de un bocado a más de alguna prepotente mega star), tiene personalidad propia y en esta última entrega discográfica lo demuestra sobradamente. Nos encantaron, especialmente, “Shine On”, “One Word At A Time” (otra vez Mr. Zimmerman) y este seguro hit que es “California Son”, melodía destinada a perdurar durante años.
Ted Russell Kamp & Band se marcaron un concierto de órdago (estupendamente sonorizado e iluminado) que, por desgracia, sólo disfrutamos los mismos de siempre: unos pocos locos que aún creen en la música sincera y hermosa. Esperemos que en el resto del tour tenga más adeptos.
Texto: Barracuda
Fotos: Marina Tomás