Que las iniciales de sus miembros ordenadas y unidas por un punto sean el origen del nombre del grupo dice mucho de m.a.p.a. Hay una evidente camaradería que se transmite en sus actuaciones y en la calma con que se toman su carrera, la de uno de esos grupos que están en esto por la música y las buenas canciones.
Después de un prometedor disco de debut, en este Pop Dreams (Rock Indiana) dan un paso adelante tanto en composición como en arreglos y energía interpretativa. La voz de Ana, clara, cercana, es obviamente su hecho diferencial, pero por debajo hay un esmeradísimo trabajo de guitarras acústicas y eléctricas que combinan rasgueos y arpegios en la mejor tradición del folk rock angloamericano, y que de vez en cuando también sabe enseñar las uñas. Fuera de modas, Pop Dreams habita ese mundo ajeno al paso del tiempo que siempre estará ahí para el amante del buen pop.
Antes de nada, ¿quiénes son m.a.p.a?
m.a.p.a. somos cuatro amigos unidos por nuestra afición a la música en directo. Por coincidencias de la vida nos encontramos hace diez años en el Fotomatón, un garito clásico de Madrid, donde había cursos de música y jornadas de micro abierto. Nos subimos juntos a un escenario por primera vez en 2014, para tocar algunas versiones en una fiesta privada. Ahí, aparte de pasárnoslo de maravilla, vimos que había mucha química musical entre nosotros, así que empezamos a ensayar y a trabajar en nuestros propios temas. Y así hasta hoy….
Hay un balance en vuestra música entre el folk rock USA de toda la vida y un cierto aire al primer y más guitarrero indie británico, quizá por el tono de la voz de Ana. ¿Estáis de acuerdo o metemos la pata como buenos críticos de rock? ¿Cuáles son vuestras referencias musicales?
Tenemos muchas y diferentes, pero sí, ciertamente nos tira mucho el folk-rock americano desde Neil Young a los Byrds, pero también otros grupos de onda más alternativa como Big Star, REM o los mismísimos Pixies. En cualquier caso, quizá lo que más se nota en nuestra música sea la influencia del pop guitarrero de tierras escocesas, desde los Pastels a los Teenage Fanclub o Dropkick. Además, te diremos que en el grupo hay también algunas parafilias jazz y flamencas, que puede que no se reflejen en nuestros temas, pero seguramente sí en la forma de tocar en directo.
No sé si conocéis Strum and Thrum. The American Jangle Underground 1983-1987, un doble recopilatorio que agrupa a un montón de pequeños grupos americanos de los años 80. Creo que encajaríais perfectamente. ¿Os molesta lo de Jangle pop?
¡Un discazo! Lo conocimos a través de una reseña que apareció hace algún tiempo en el Ruta 66. Es increíble la gran cantidad de grupos fantásticos de los 80 que no llegamos nunca a conocer porque no se editaron en nuestro país. Y efectivamente, sí, el estilo encaja muy bien con nosotros. Quizá nos faltaría incorporar una guitarrita de 12 cuerdas tintineando, pero todo se andará…
En cuanto a las etiquetas, pensamos que podemos encajar en varias y, efectivamente, la de Jangle-pop sería una de las más características; pero también creemos que es muy patente nuestra afición por la Americana y el Indie-rock. Cuando estábamos terminando la grabación del primer disco, preguntamos a alguien del mundo de la música en que estilo nos encuadraría y, sin dudar, nos dijo “lo que vosotros hacéis es pop elegante, sin más”. Desde entonces es la etiqueta que más nos gusta. (risas)
Pop Dreams suena mucho mejor enfocado, más certero que vuestro debut. Ya desde la portada se percibe un disco más trabajado. ¿Tiene que ver con el aporte del productor?
Pues un poco sí. En So simple and so clear, nuestro primer disco, buscábamos un sonido más transparente, sencillo desde el punto de vista de la producción, y con mucho predominio de las voces y las armonías vocales. Ángel Maga, que fue también el productor de este disco, sugirió para Pop Dreams probar un sonido más complejo, con una producción más elaborada y con más arreglos en general. A nosotros nos gustan ambos enfoques, cada uno tiene su momento.
No sé si los arreglos de teclados y violín estaban previstos antes de empezar a grabar. ¿Cómo fue el proceso?
Los de violín sí. Ya nos había gustado mucho como quedaba cuando los incluimos en dos temas del primer disco y decidimos repetir. Además, tenemos a Javi Vicente, que es como el quinto m.a.p.a. y que está ahí siempre que le llamamos para grabar o para los directos. En los temas más acústicos pensamos que el violín aporta un toque muy especial, que empasta muy bien con las guitarras. En cuanto al teclado, esto sí fue más improvisado. Nuestra idea inicial era meter una trompeta en Almost with you, pero por diversos motivos no cuajó. Así que probamos con un teclado y nos gustó mucho el resultado. Aunque nuestra esencia es claramente guitarrera, no descartamos repetir con las teclas en el futuro.
El disco se va endureciendo y complicando, para bien, según avanza, incluso se oscurece el tono. ¿Es algo buscado?
De inicio la verdad es que no. Grabamos los temas sin pensar en una estructura predefinida del disco. Pero es cierto que luego, cuando ya pensamos en el orden final de las canciones, sí que nos pareció que esa secuencia era la mejor. Curiosamente en los recientes bolos de presentación del disco, invertimos bastante este orden, y empezamos con lo más oscuro y complejo del disco, para acabar con la parte más alegre.
Supongo que la satisfacción está en publicar discos de los que sentirse orgullosos. ¿Lo habéis conseguido con Pop Dreams?
Sí, sin duda. Estamos muy contentos con el resultado y con la acogida que está teniendo el disco. Hemos tenido varias reseñas muy buenas y pensamos que va en el buen camino. Pero, efectivamente, como grupo no tenemos grandes ambiciones, más allá de la satisfacción de disfrutar cada semana con los ensayos y de poder hacer partícipes de nuestra música a la gente que la escucha o viene a nuestros conciertos.
Texto: Carlos Rego
