Del mamut se dice que sus ejemplares más grandes llegaron a pesar hasta 12 toneladas. Sirva la metáfora animal, estaríamos hablando de un género musical no necesariamente grande –en el sentido de «popular»–, sino pesado y lento. Tal vez oscuro, y sin duda amenazante, por sus temibles fauces.
Meditado esto, Tony Iommi se alzaría como domador de la bestia, cual Conan el Bárbaro a sus lomos, abriendo camino a la carava que le sigue detrás; como alumno aventajado, Acid Mammoth. De una de las ciudades europeas más antiguas (Atenas, Grecia), nos visita esta formación de doom metal, apenas un año después de la última vez. Y, aireando la atmósfera densa de la que visten sus riffs, cosechan igual éxito, si no mayor.
Esta banda, conformada por un padre, su hijo y los amigos de éste, convierten fieles para su parroquia a golpe de ritmos densos allá donde van. Chris Babalis, Jr. y Sr., hacen rugir sus Gibson SG y amplificadores Orange –¡¿cómo no?!–, al tiempo que presentan credenciales con «White Hag». Salida de su álbum debut, el inicio es puro Sabbath. A aquél, le han sucedido cuatro álbumes, y como es debido, presentan la novedad con «Supersonic Megafauna Collision». Por su sonido, parece que este mamut está bien alimentado, pues no deja de engordar. A base de Sabbath, Conan y el poder del fuzz, llegamos a «Tree of Woe» al tiempo que entramos en calor.
Nos cuentan el significado de la palabra «malaka» (algo así como un «cabroncete» afectuoso), antes de presentarnos las fauces de la bestia en «Tusks of Doom». Más cerveza para Dimosthenis, el bajista, que vuelve a brindar, mientras luce química y cabellera junto a Chris Jr., amigos desde «lyubas», o como se la conoce a la cría de mamut lanudo. Quien podría haber ido al colegio con Iommi es Chris Sr., no por edad, sino por cómo ejecuta los solos de guitarra. Por su parte, Marios demuestra en «Them» que podría haber sido alumno de Grohl, si a éste le hubiera dado por el doom metal.
La definitiva «They Live» advierte que la bestia permanece viva pese a quien cree que se extinguió hace 3.700 años. Acid Mammoth llegan al final de su efectivo show con el calor de sus fieles. Aquella caravana, encabezada por Iommi y sus Sabbath negros, puede estar tranquila: su alumno aventajado ya no es un pupilo, sino una realidad que aspira a abrirse su propio camino.
Texto y fotos: Borja Figuerola
