Encuentros

Depedro, «lo importante es cómo se cuentan las cosas»

Depedro publica Un Lugar Perfecto, un trabajo que, al igual que en ocasiones anteriores, se arrastran composiciones inacabadas de otros proyectos junto a las influencias que otorgan los viajes, la unión, el mestizaje; como si del caudal de un río se tratase. Este disco se compone de una gran cantidad de pasos atrás, para agarrar impulso e ir hacia delante.

Para contextualizar como llegas a este nuevo disco… vienes de publicar un directo grabado en Madrid (Antes De Que Anochezca). ¿Dónde nace y comienza este nuevo trabajo?

Los trabajos a mí me nacen de una forma gradual, no hay un antes y un después o un decir “ahora mismo empiezo a componer lo que va a ser el nuevo trabajo”, sino que al final son colecciones de retazos, de ideas que voy engarzando entre la gira anterior, una semana libre que pueda tener, encadenando pensamientos e intentando construir un discurso que tenga su lógica. Y continuar esto que hacemos que es contar lo mismo de manera diferente. Porque al final, lo importante es cómo se cuentan las cosas muchas veces, más que lo que se cuenta. Cómo se cuenta es lo que puede conectarte emocionalmente.

De esa continuidad que hablas, sí quería preguntarte, porque mantienes en el núcleo duro de la banda a Héctor Rojo al bajo y a Martín Bruhn a la batería, que ya están presentes en el LP en vivo, ¿es una cuestión mantener dicha continuidad que buscas en un álbum o es una cuestión de estabilidad a la hora de encontrar un conjunto de músicos?

Es una suerte que quieran trabajar conmigo. Tengo el privilegio de haber tocado con gente de todo el planeta de gira, no solo aquí en España, sino en todo el mundo. Y esta gente son unos músicos mayúsculos. La gente que toca conmigo en la banda, también. Pero en este caso me hacía falta. Me ha costado muchísimos años encontrar esta banda que para mí es un dream team… no sé si hay un percusionista con más acierto y más sentimiento que Martín Bruhn ahora mismo. Para mí es un lujo poder trabajar con ellos.

Una de las cosas que me ha impresionado del disco es que tiene un sonido muy austero, pero hay una segunda capa en la mezcla llena de detalles y arreglos. Entonces, tienes como una parte que mira hacia Sudamérica, pero debajo subyacen esos matices muy al estilo Ry Cooder.

Sí, hay un trabajo de deconstrucción muy, muy grande en las canciones. En otras palabras, las canciones están con poco elementos y, sin embargo, hay un trabajo muy complejo de capas, de elección de los silencios… eso ha sido un trabajo descomunal. Y por eso, el disco aguanta las escuchas y va creciendo, porque como bien has dicho, necesito del tiempo del oyente para que se dé cuenta de todo la que hay ahí.

Hay una mirada a Latinoamérica evidente.

Sí, claro, siempre la va a ver.

Más concretamente, y salvando la comparación con Máquina De Piedad, no sólo en la música hay cambios, en «Fábula De La Diferencia» hay un tango, sino que se percibe también en las letras. «La Siembra» o «La Gloria» resultan textos populares, de las que cantaban nuestras abuelas.

Eso es un pedazo de halago. Para mí no hay nada más maravilloso que pasar por un parque y ver a unos chavales tocando una canción y que forme parte del repertorio popular. Esa es mi ambición absoluta y desmedida, intentar acercarme a la música popular.

Retomando el inicio, la diferencia que hay con tu anterior disco de estudio, con una producción más pop, y siendo Un Lugar Perfecto un trabajo más vacío, austero… ¿necesitabas ese cambio entre álbumes?

Necesitaba una mirada nueva, que es la que ha aportado Gustavo (productor). Además estoy muy contento con el resultado y he conectado con el disco de una manera muy profunda, porque al no estar pendiente de la producción del disco he estado más pendiente de la interpretación.

Es tu primer trabajo sin featurings.

Ha sido más por una falta de tiempo y energía que no se ha dado el momento para que sucediese la colaboración. .

Sin embargo, hay una canción que conecta con tus colaboraciones y Máquina De Piedad que es «Coreografía», me parece incluso escrita para otro artista, muy Ferreiro.

Mira, vaya halago. Para mí es un enganche a mi época juvenil, en lo que yo pensaba qué iba a pasar, lo que luego pasó, mi grupo de rock (La Vacazul)… tiene referencias a todos esos discursos estéticos.

El disco se cierra con «Niebla» que es un título triste a priori pero sin embargo el LP es un canto al amor…

Sí, es un disco muy vitalista, exacto, has dado en el clavo.

Y ya para cerrar la entrevista, ¿dónde está hoy el lugar perfecto para Depedro?

En la oportunidad de contar lo que tengo dentro, en lo que se refiere a Depedro.

Texto: David Vázquez

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