Encuentros

Pols Viva, «si me muriera tocando estaría bien»

Marcel Puig es el artífice de Pols Viva un proyecto musical orquestado alrededor de su particular manera de observar la vida. Una manera que intima con la realidad circundante, de profundo talante humanista, donde el detalle, la mirada y el gesto forma un universo que cala por su sencillez y su autenticidad.

Estas primeras canciones han sido producidas junto a Victor Valiente y juntos han sabido impregnar un sabor de pop “cassolà”, de estos que se pueden escuchar de muchos modos, ideal para este invierno verano que nos persigue y perfecto para esta primavera invierno que igual nos llega. La realidad es imprevisible y Pols Viva la retrata con frescura, con inocencia y con asombro. Auca y película. Teatro y anuncio. Lo antiguo y lo nuevo se intercalan en ese pop de tiempos modernos que te acompaña a mirar al mundo desde una perspectiva ensoñadora.

Cuéntame tu recorrido hasta llegar a Pols Viva.

Ostras. Aquí podríamos estar hablando durante días enteros. Puedo divagar largo y tendido. Creo que Pols Viva es una expresión que bebe y toca muchos aspectos de mi vida pasada y presente. Podríamos hablar de comprar un casete de Queen en una gasolinera cuando no levantaba 4 palmos del suelo o de dormirme mientras tocaba el piano antes de ir al cole. Me acuerdo como me caía la baba el segundo día de clase de guitarra cuando la profesora me contó cómo la metieron en la trena después de una manifestación y le quitaron las cuerdas de su guitarra.

Supongo que forma parte de Pols Viva el hecho de ser hijo único e ir siempre con una libreta encima. De no querer perderme ni uno de los conciertos en la sala garaje que me descubrieron la potencia de los directos y las pequeñas giras. De tener una relación con los míos donde demostramos que nos amamos y nos apoyamos sin necesidad de decir muchas palabras. De rebuscar en las profundidades de cualquier argumento hasta dejarlo seco y fijarme en algún detalle y acariciarlo y acariciarlo. Y acariciarlo.

De tocar con un grupo de amigos haciendo versiones donde cada ensayo parecía un concierto porque nos venían a ver decenas de amigos…de hacer una torre de Babel emocional con los ‘All Indians No Chief’ O una bomba de relojería con los Sid’s Seed. A cada segundo se moldea tu cuerpo y alma y cada segundo es posible que te cambie la vida. Dejemos que nos cambie la vida. ¿No?

Ahora estás en solitario después de muchos años participando en bandas, ¿cómo te sientes al dirigir tu propio proyecto?

Lo de dirigir el proyecto…. Bueno…. Siento que emano y lanzo al viento mis frikadas en banda ancha. Me siento feliz. Las conversaciones conmigo mismo, los temas que aparecen recurrentemente en mi cuerpo cogen otro punto de vista cuando los musicalizo. Me siento muy bien haciéndolo. He intentado que siga siendo una cantada para mí. En los otros proyectos también, pero creábamos juntos con la banda. Aquí, la parte creativa ha sido bastante en solitario. Me lo siento un poco más mío, sin lugar a dudas. Más personal y más libre. Me ha gustado. Supongo que es lo que se parece más a mi forma de andar. Pero crear en grupo creo que es una de las partes divertidas de la música. Me gusta expresar mis emociones, mis dudas, mis bromitas, y hacerlo con amigos siempre es más divertido. Firmar con otro nombre va por ahí, para poder añadir y ser una banda defor y multiforme.

¿Cómo es tu manera de crear canciones?

No tengo un procedimiento estandarizado. Normalmente estoy tocando la guitarra y algún riff o pequeña variación me gusta y le doy vueltas y giros. Si ya tengo una base le meto la melodía…. A veces la letra sale ahí mismo, a veces le meto alguna cosa que ya estaba escrita… Y supongo que entonces intento darle un poco más el estilo y a los otros instrumentos. Alguna vez sale una melodía en el piano que me gusta y la quiero vestir. Creo que fue con «Polpa», que hice una cosa que no había hecho nunca. Tenía la instrumentalización bastante clara. Lo tenía grabado y tenía la letra bastante escrita. Y para pulirla, grababa pistas de voces una encima de otra e iba haciendo pequeñas variaciones espontáneas. A veces una palabra. A veces un trozo. Sin saber qué iba a cantar en la siguiente toma. Así iba borrando las pistas de voz más antiguas.  Siempre había unas 5 pistas de voz. Grabé como 40 o 50 pistas. Y la letra se fue creando mientras las grababa. Fue divertido y diferente para mí.

¿Cuándo sabes cuando una canción esta acabada?

Hay canciones que las veo muy redondas y veo muy claro que está acabada. Hay otras que les podrías dar vueltas y retoques hasta que se funda el sol y nunca estarían “acabadas”. Y hay algunas acabadas que tiempo después les das una revisión y haces tu propio remake con actores diferentes y técnicas nuevas.

Tus canciones parecen emanar del día a día, de tu vida, ¿Esa esta tu principal fuente de inspiración?

Si, claro. Como te decía salen de mis pequeñas obsesiones. De mis temas recurrentes. Hubo una época que solo dibujaba pájaros. Otra época que escribía mucho sobre el mar. Y mis pensamientos giran a menudo en torno a los clásicos. El paso del tiempo, dualidad vida-muerte, de la rareza de este ser que anda a dos patas sobre una piedra volando a millones de km por hora en un espacio indeterminado y se obsesiona por pequeñeces que a veces no le dejan vivir.

¿A veces no se te hace raro que este cuerpo se soporte con un equilibrio tan perfecto y que nos rodeen estos edificios tan altos y limpios y que un tío que se pudo a vender trozos de hamburguesa a la parrilla haya colonizado el mundo entero? Y ya no hablemos de los móviles…. Como puede ser que podamos ver y hablar sin delay por todo el mundo… bueno, no vamos a meternos con estos tecnicismos, pero a veces creo que hay un abismo entre lo que nos ocupa y lo que seria mas sano que nos ocupara.  La misma cotidianidad se me hace rara. A ver si cantándolo y compartiéndolo se me hacen más ligeras estas preguntas que no tienen respuesta para mí. Y en el fondo, me lo paso muy bien cantando. Si me muriera tocando estaría bien. Y eso tiene pinta que es sano.

Recientemente has sido padre, ¿cómo ha afectado esto a tu proceso creativo?

Joder. Ser padre me ha cambiado la perspectiva de muchas cosas. De la mayoría diría yo. Aunque solo sea ligeramente. O tangencialmente. En la parte de la creación quizá me ha hecho ser un pelín más valiente y honesto. Antes ya me lo sentía, pero creo que ahora lo soy un poco más. Parece que te tenga que aportar más peso a la mochila, pero creo que me la está aligerando año a año. Que vean cosas de verdad. Auténticas. Sentidas. Sin miedos. ¡Qué dirá la gente! ¡Qué digan lo que quieran! Este es mi nido y aquí hacemos lo que nosotros queremos. Siempre y que no molestemos otros nidos.

¿Tienes algunos referentes que te hayan inspirado para crear la sonoridad de Pols Viva y en concreto del Bo i el Millor?

Referentes concretos no tenía. No tenia la voluntad de sonar como alguien en concreto. Si me haces rebuscar, creo que cuando nos juntamos con Víctor Valiente, le pasé alguna canción de Kurt Vile, de Damon Albarn, de Tim Maia. Siempre me ha gustado la sencillez de Lou Reed…Pues cuando lo estaba componiendo, como lo hacía en el estudio en mi casa, que está en el sótano, muchas veces era de noche y estaba todo muy tranquilo y salían guitarras suaves, percusiones minimalistas.

https://polsviva.bandcamp.com/album/el-bo-i-el-millor

Algunas de las canciones las imaginaba más folk anglosajón. Paisajes verdes con riachuelos. Otras si que me las imaginaba más poperas. «Pedres» fue reggae durante unos meses. Y la verdad es que no me atreví a dejarla en reggae porque creía que no casaba con las otras. Si lo hiciera ahora la dejaría reggerita. El global del Bo i el Millor quería que fuera variado en sonidos y ritmos porque en las primeras etapas ya eran ritmos bastante dispares. No quería hacer un disco que sonara todo igual. Pero sí que les pusimos elementos comunes para que tuviera una coherencia.

¿Cuenta cómo ha sido trabajar con Victor Valiente?

Currar con Víctor ha sido la ostia. Genio y figura. Ya no solo musicalmente. Lo que me ha sorprendido ha sido el buen toque que tiene con la parte más humana. Desde sus pequeños comentarios, sus miradas, te apoya en todo y te hace sentir muy bien mientras tu te abres en canal. Y musicalmente ni hablemos. Yo había trabajado con algún productor con las otras bandas cuando teníamos los temas muy cerrados y los he visto trabajar aportando detallitos. Escuchando y debatiendo. Pero esta vez Víctor ha sido parte muy activa. Yo le traje los temas con las melodías y parte de los instrumentos. Víctor les ha dado forma a varios de ellos: ya sea tocando algunos instrumentos o aportando mil ideas para la arquitectura. Muy divertido, interesante y desestresante.

¿Qué es lo mejor y lo peor de El Bo i el Millor?

Jajaja. Lo mejor es que me lo pasado increíble y que me ha unido a varios músicos que tienen muchas ganas de tocar El Bo i el Millor . Esto me alegra. Como ya he dicho me gusta mucho estar en salas de ensayo y en escenarios. Y me da alas para seguir. Y lo peor es que canto como una almeja. Y lo seguiré haciendo. Sidonie decían que eran el peor grupo del mundo. Yo digo que soy el peor cantante del mundo.

Hablas de que tienes más canciones para ser grabadas inminentemente. ¿Qué podemos esperar de tus futuras composiciones?

De las futuras composiciones podemos esperar un poco más de extremos. Para empezar, espero modular más mi voz. Jajaja. Y quizá no tanto éter. A ver si pongo los pies más firmes sobre este suelo. Y las composiciones creo que serán más marcadas. Las melancólicas, serán más melancólicas. Las minimales serán minimales de verdad. Las alegres, serán más alegres. Y mi miopía siempre será mi miopía.

 

Texto: Andreu Cunill Clares

 

 

 

 

 

 

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