Desde hace un tiempo, el bueno de Ron trasladó su residencia a una zona rural de Ontario (Canadá), en busca de la paz y la tranquilidad de la vida en el campo. Y eso, indudablemente, se ha visto reflejado en las canciones de su último disco, The Vivian Line, que vio la luz el pasado mes de febrero.
Tras tres décadas de carrera como uno de los cantautores más interesantes de la renovación del folk, añadiendo elementos de pop y una sensibilidad melódica fuera de lo común. Sus canciones enamoran por su naturalidad, su talento para los arreglos y por su armoniosa luminosidad.
Dos son los conciertos que ofrecerá en la presente gira, el martes 23 de mayo en Barcelona (Marula Café) y el jueves 25 mayo en Madrid, Sala Clamores.
MC