Encuentros

Mamas Gun, «sueñan los androides con música soul?»

 

Escuchar el disco Cure the Jones de los británicos Mamas Gun en esta época tan caótica significa darnos cuenta de que sus canciones pueden ser un bálsamo para la incertidumbre y que la magia de la música soul nunca ha desaparecido. Hemos charlado con el cantante y compositor Andy Platts para conocer los entresijos de una aventura sónica que empezó durante la pandemia y que ahora sacudirá los escenarios de medio mundo.

Escuché vuestro nuevo disco justo cuando empezó la guerra en Ucrania y se convirtió en la banda sonora de ese momento tan triste. ¿Te sorprende que la música siga teniendo un reflejo social?

Me sorprende cómo adquiere un sinfín de significados una vez que ha sido creada y lanzada al mundo. En muchos aspectos, ese es su verdadero poder… no solamente cruzar fronteras reales, sino también abstractas y metafísicas. La resonancia emocional y el significado están tan conectados con nuestros sentidos y con la forma en que interactuamos con el mundo que no me sorprende que aún tenga tanto peso. La música es de todos. Lo único que poseo y aprecio son esos momentos hermosos en que la creamos.

Tengo entendido que escribiste las canciones durante la pandemia. ¿Esa situación condicionó de algún modo tu proceso creativo?

Gran parte del proceso de composición del disco fue en soledad, reflexionando cómo la pandemia me afectaba a mí y al mundo. Siempre ha sido responsabilidad de la cultura reflejar los tiempos y los cambios sociales… realmente sentí eso mientras escribía estas canciones. La composición fue un viaje personal, aunque espero que las canciones acaben siendo universalmente identificables.

Como productor has condensado en analógico todos los detalles que os hacen especiales como banda. ¿Te influyó colaborar con Jack Joseph Puig al principio de vuestra carrera?

¡Estamos muy lejos de los días con Jack Joseph Puig! De hecho, el trabajo que hice con él representa la antítesis de dónde está hoy Mamas Gun. Siempre quise lograr el sonido que tenemos ahora, pero hasta el 2015 nunca tuve la confianza para ser el responsable del producto final. Cuando eres joven cedes a las opiniones de los demás, pero la mitad de las veces están equivocados. Con la edad viene la sabiduría para tomar mejores decisiones. Ha sido un largo viaje y nunca he sentido la música tan «bien» como ahora.

La portada del nuevo disco es un precioso collage que encierra mucho simbolismo y tiene ecos de pop art. ¿Quién lo ha diseñado y qué premisas le pasasteis para crearlo?

Mi esposa Jodie lo diseñó completamente a mano. Está hecho a partir de libros antiguos, carteles de películas, flores secas, servilletas y fotografías. Queríamos dejar de utilizar el ordenador para el diseño de la portada. Así que todo se hizo en el mundo real y después lo fotografiamos. De nuevo, las elecciones en el diseño hacen que todo se sea más honesto, más real y más original para nosotros y nuestro modus operandi como banda.

Las orquestaciones son una parte esencial del disco y aportan una atmósfera casi cinematográfica. ¿Supondrá un reto defenderlo en directo?

Las canciones son suficientemente potentes como para no necesitar cuerdas, pero el lujo de tenerlas es que aportan una resonancia emocional que solo puedes conseguir utilizándolas. A fin de cuentas, la batería, el bajo, la guitarra, los teclados y la voz son los instrumentos perfectos para interpretar este estilo musical sobre los escenarios.

La mayoría de bandas intentan triunfar en América, pero vosotros habéis tenido la mirada puesta en Japón e Indonesia. ¿Por qué crees que habéis encajado en Asia?

Actúas donde te quieren y vas siguiendo el rastro del éxito. Tuvimos varios hits en Japón a finales de la década del 2000 y eso nos ha permitido ir de gira por el Sudeste Asiático cada año desde entonces. Supongo que hay algo relacionado con nuestra música y las emociones que hace clic con el público de esos países, y estamos muy agradecidos. La comida, los olores, las ciudades, todo lo que hay allí es de otro mundo. Este año también actuaremos en EE. UU y esperamos capitalizar la difusión radiofónica que hemos tenido allí recientemente.

Viviste en Hong Kong antes de que los británicos lo transfirieran definitivamente a China en 1997. ¿Cómo recuerdas esa experiencia?

Mis padres me arrastraron por todo el mundo cuando era joven… Hong Kong, Francia, Escandinavia y Reino Unido. Eso te obliga a encontrar constantes en tu vida. En mi caso, la música. Mis padres escuchaban a los Doors, la ELO, los Beatles y Elton John, pero también música regional de esa época, como el cantante de baladas chino-filipino José Mari Chan. Hong Kong desprende una energía mágica, pero está cambiando a peor ahora que la China continental tiene el país bajo control.

¿Qué cosas han cambiado y qué cosas permanecen inamovibles en la banda que debutó con el disco Routes to Riches en 2009?

Siempre he tratado de no repetirme, escribir canciones que tengan cierta sofisticación y trabajar en colaboración con la banda para llevarlas al siguiente nivel. Tal vez ahora acepto menos consejos sobre la dirección que debo tomar, participo menos en el “juego” y no estoy preocupado por crear éxitos radiofónicos, aunque todavía me gusta escribir canciones accesibles y universales. Actualmente, la mayor parte de mis esfuerzos se centran en la escritura de las letras, cuando antes se trataba más de la música y de hacer lo justo para reunir un buen puñado de letras. Ahora la música se escribe sola, pero la letra y la melodía son lo más importante. La banda es como un organismo, especialmente en la forma en que producimos música juntos. Estamos muy cerca y puedes notarlo en el disco. Sentimos mucho amor y generosidad entre nosotros.

Por último, una pregunta de ciencia ficción: si tuvieras una fabulosa máquina del tiempo, ¿a qué sitio y a qué época viajarías? ¿A quién te gustaría conocer personalmente?

Me gustaría ver los espectáculos de todos los grandes músicos muertos que adoro, pero cuando estaban en su mejor momento. Conociéndome, probablemente daría saltos temporales por los años 60 y 70. Aunque también iría más lejos, cuando los mejores compositores estaban vivos y las orquestas interpretaban sus obras por primera vez. La lista incluiría a gente como Marvin Gaye, Scott Walker, Prince, Bowie, Nina Simone, Ella Fitzgerald, Mozart, Beethoven, Stravinsky, Aretha Franklin… sería interminable.

Texto: David Moreu

Entradas: https://dice.fm/artist/mamas-gun-dkwg6?lng=es

 

 

 

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