Encuentros

Celistia, paisajismo de la psique

 

Encontrándose en un punto muerto sus principales proyectos hasta el momento, el conjunto de músicos que conforman Celistia, Pau Angulo, David Cobo, junto a Pablo Vidal, su nexo común, e Iván Rita y Jose Manuel Ruiz completando el combo, arrancan este proyecto con la única idea de hacer música.

El núcleo principal, que hace surgir a Celistia, tiene en común a Pablo Vidal. Además, los cinco tenéis ya una carrera a vuestras espaldas, ¿cómo y por qué decidís arrancar con este proyecto?

Pablo Vidal es la persona que más concursos del D.O. Tarragona debe haber ganado, lo tenemos en común Pau y yo y media ciudad más, jahjahjah. Poco antes del confinamiento con Harrison, cogimos un local y montamos un estudio de grabación. Por ese entonces el grupo ya estaba bastante parado, pero parecía que con el estudio iba a volver a arrancar. No fue así. Era una pena teniendo ese espacio para nosotros solos y, por parte de Pablo y por la mía, muchas ganas de hacer música. Ahí es cuando llamamos a Pau.

¿Qué significa Celistia? ¿De dónde viene el nombre? Por otro lado, ¿qué es Celistia, cómo se definen?

Celistia es una castellanización de una palabra catalana que no tiene su traducción al castellano, significa la claror dels estels, la luz que dan las estrellas cuando hay luna nueva. En inglés sería algo así como starlight. El nombre lo encontró Pau, que es el erudito del grupo, rebuscando entre sus libros de misticismo. Podría ser una metáfora del tiempo que nos ha tocado vivir y en qué momento surge el proyecto, en medio de una pandemia mundial.

Celistia conjuga las fórmulas infalibles creadas en el siglo XX y el amor por la experimentación. Voces mimadas, guitarras luminosas, arreglos oportunos, letras contundentes… Celistia es aquello que te evoque.

A día de hoy, ¿seguís en el estudio de grabación dando forma a un trabajo más largo o dado el sistema actual pensáis en la edición continua de sencillos?

Vamos un poco sobre la marcha, sí que estábamos acostumbrados con nuestras formaciones anteriores a grabar un disco, presentarlo, estrujarlo y al tiempo encerrarnos a componer y a grabar el siguiente, pero sí que es cierto que al sistema actual se la suda un poco eso y más si eres un grupo nuevo. Es muy difícil que alguien apueste por ti de buenas a primeras. En el estudio de grabación estamos siempre y es nuestra forma de componer. Ahora llevamos un tiempo preparando el directo, pero estamos deseando ponernos a grabar un montón de ideas que tenemos. Nos gustaría sacar un disco este año, pero también tener varios temas entre los que poder escoger.

Dentro de las canciones estrenadas hasta la fecha se aprecia el pop independiente más reciente combinado con arreglos más psicodélicos, que si bien se aprecian en «El Mar» es, quizás, en «La Mañana» donde son más reconocibles por el trabajo del teclado. ¿Hacia dónde buscáis llevar este proyecto, si hay una idea preconcebida?

La parte «psicodélica» es algo que nos viene genéticamente o por herencia de la trayectoria personal de cada uno hasta ahora, pero bueno, sin caer en clichés. Es posible que ante un disco entero estuviésemos delante de una tesis sobre el género, cada tema es psicodélico a su manera: algunos más, como «El Mar» con su mal viaje y otros más suaves como «La Mañana», el tema quizá más acuático, en el que te puedes sumergir. La parte más pop es algo que ha surgido y con lo que estamos muy a gusto después de haber hecho música más oscura. Nos apetecía eso: delicadeza, mimo, una caricia, sin actitud.

El otro tema, que conforma el segundo single, es «El Ocaso». La primera de las ideas que me han surgido al leer los títulos de los cuatro cortes es la idea del paisajismo, no sé si hay algo dentro de la banda para hilvanar la idea del pop-psicodélico con el paisaje o es una mera casualidad. O, incluso, por la formación de alguno de vosotros.

Sí que hubo una primera intención después de «El Ocaso», nuestro primer tema, de titular las canciones siguiendo esta línea, pero hay otras que aún no han visto la luz y que salen de esto. Lo que sí que es cierto es que fuera del nombre de la canción, sí que son letras paisajísticas, pero de la psique, describen estados de ánimo, algunas veces llevados al extremo, vistos desde ángulos opuestos, hablan de relaciones, desde un punto de vista y el otro, y sí, en un principio es casual y se acaba convirtiendo en intencionado.

Dentro de las influencias con las que habéis crecido, ¿qué discos están presentes o marcan una línea, por referencia, dentro del proyecto?

Pues según vamos componiendo y grabando, nos pasa eso: «Hostia, esto suena a…» y nos encanta que así sea, porque al principio no es algo buscado, es algo que surge, escuchamos mucha música, sobre todo Pau, y de muchos palos diferentes desde hace muchos años y al final claro que se refleja. Nos hemos encontrado con The Museum Of Imaginary Animals de Pram, o con el Saucerful Of Secrets de Pink Floyd, Peng de Stereolab o incluso en algún tema que no ha salido aún la Energia Fosca del Petit de Cal Eril.

Una cuestión bastante llamativa, es la cantidad de lenguas en las que cantáis, teniendo en cuenta proyectos vuestros como Harrison Ford Fiesta y Transistor Arkestra, y donde ahora os acomodáis en el castellano, ¿es posible que este proyecto nazca también con esa relación lírica?

Cantar en castellano es justamente por ese motivo, veía la necesidad imperiosa de poder expresarme en una lengua con la que me sintiera cómodo, en Harrison las canciones eran en francés porque las hacía Romain que es de Tours. En las partes que cantaba yo, no sabía ni que estaba diciendo, sí que te lees la letra y sabes de qué va pero a la hora de cantar no sabes bien lo que estás diciendo en ese momento y es difícil sentirla y expresarla. Al cantar en castellano te encuentras con la responsabilidad de escribir letras que se van a entender, saber qué quieres decir y cómo decirlo, para esto tenemos la gran suerte de contar con mi pareja, Arantxa, que escribe muy guay, varias letras son de ella y en otras me ayuda mucho, poco a poco van cogiendo un carácter propio.

La mencionada «El Mar» y «Flores Sin Jardín» han sido vuestra carta de presentación a principios de año, ¿puede que vuestra presentación oficial como banda fuese en Un País Para Escucharlo, junto a Ariel Rot?

Totalmente. En el momento en que nos llaman para representar a Tarragona en ese programa, estábamos en fase de composición, apenas habíamos tocado los cinco juntos… Así que tuvimos un par de días para prepararnos una canción para tocar en directo y escogimos «Flores sin Jardín».

El que nos llamaran para tocar en el programa de Ariel Rot aceleró todo el proceso y nos tuvimos que poner las pilas, ahora después de un año desde que hablamos de hacer algo, ya hemos dado nuestro primer concierto en la FiM de Vila-seca y de aquí a septiembre tenemos 6 o 7 conciertos más cerrados.

 

Texto: David Vázquez

Foto: Valentina Jiménez

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