Si te gusta el blues, los riffs espectaculares y el fuzz aderezado con melodías reflectantes de alta calidad, Downtown Losers y su debut One Horse Town Apocalypse son lo que necesitas. Un trabajo magníficamente elaborado que te transporta a los sonidos del Delta con energía constante. Una de las sorpresas del año. «Los puntos clave han sido el blues y los pedales fuzz», nos dice Dolphin Riot, la mitad del dúo barcelonés que comparte con Alber Solo. «Usar equipo antiguo y pasar el rato en los estudios ACME de Miguel Herrero. Poco más. La idea era grabar para disfrutar del proceso. Haberlo hecho así nos ha permitido experimentar un poco con el sonido y probar todo lo que se nos ocurría a los tres. Es un disco de blues. Los riffs, las afinaciones, las estructuras. Hay muchos elementos poco ortodoxos, pero esto no es una fórmula química». Sin duda estamos ante un disco de guitarras potentes con riffs brillantes. «Es lo que a Alber y a mí nos gusta escuchar y siempre estamos comentado un disco u otro, analizando a guitarristas, sean Gary Clark, Mississippi Fred McDowell o Hendrix», explica Dolphin. «Teníamos muy claros los riffs, y también que usaríamos el Octafuzz de Fulltone y el Big Muff; y los amplis que tiene Miguel en el estudio, un Vox AC50 y un Fender Bassman».
Al mismo tiempo se da una simbiosis entre el fuzz y el Delta, la distorsión y el purismo: «Es algo que viene de Hendrix, eran parte importante de su identidad y de la nuestra. Quizá nos vayamos algo más al Delta, sobretodo en algunos te-mas, pero estoy convencido de que Robert Johnson habría usado el fuzz en «They’re Red Hot» o «Dead Shrimp Blues», por ejemplo. Incluso entraría muy bien en «The Sky Is Crying» de Elmore James. Keith Richards usaba fuzz y también los Stooges, que hacían blues a su manera». En One Horse Town Apocalypse destaca la idea global, la variada intensidad y las distintas sensaciones a cada tema escuchado. ¿Cómo explicaríais esta variedad? «John Lee Hooker dijo que cada verso del blues cuenta una historia y esa es la máxima que he tenido en mente para escribir y desarrollar el concepto del disco», razona Dolphin. «Las canciones hablan de un hipotético futuro en el que la humanidad ha alcanzado un punto de no retorno». «Blues y fuzz, canciones que hagan moverse a la gente’, concluye cuando se le pregunta cómo será el siguiente trabajo. «Me gustaría que contase una historia».
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