Hervé Guttercat es uno esos forajidos de leyenda rockera que mantiene intacto el espíritu de los viejos rockeros, aquellos que se meten en la furgoneta y tiran millas allá donde el destino les lleve… o ellos se busquen, como viene haciendo el parisino durante años al frente de su gatuna banda. Esta nueva y pantagruélica gira por la península esta encendiendo la llama del rock pirata y romántico por lugares menos habituales.
Acompañado en esta ocasión por los Voodoo Bandits de Indy Tumbi a la guitarra, junto a Littos Inertte al bajo y Emilio Iniesta, banda gallega que impulsó las canciones a espacios sonoros más enérgicos… y es que la eléctrica de Indy, aportó un vibrante y consistente brío y brillo a las oscuras canciones del francés, complementándose además de maravilla con la acústica de Hervé… mientras los ritmos sonaban voluminosos, pero no duros, todo en su sitio en la escasamente poblada sala… una pena, porque la banda no se dejó un gramo de sentimiento en las hora y media larga de actuación.
Buena parte del repertorio se centró en hasta el momento su último trabajo Eternal life (Sweet Grooves 2021), que sonó agridulce y épico en el aguerrido estribillo de «End of Time», angustioso en «Wild Animal», desbocado en «Farewell» o hipnótico en el baladón que da título al disco, pero repasaron viejas canciones como «Black Sorrow», que sonó a western pendenciero o «Dead Love’s Shadow» que lo hizo atrayente y viciado… para finalizar con una emocionante e inquietante «Follow Your Instint» que es lo que hace Guttercats, seguir hacia adelante, sin mirar atrás y creyendo en sí mismo. Otra noche de guitarras sucias y aterciopeladas que recoge el testigo de Thunder, Sudden, Kusworth o el superviviente Peter Perret. ¡Hasta la próxima forastero!
Texto: Cancho
Fotos: Robbie Ramone
