El fin de semana ha estado impregnado de esencia de femenina de rock and roll de los 70, pues han sido dos bandas con solista femenina las que han marcado la tónica en directo.
Los barceloneses The Mothercrow abrieron la noche en la sala La Textil, la que parece estar recuperando, aunque a cuentagotas, la esencia de una predecesora desaparecida.
Con la difícil labor de abrir la noche, iniciaron de estruendo y sonaron de forma compacta, pues a pesar de los cambios de formación que ha tenido la banda desde su inicio, suenan de lujo. Los músicos, cada uno desde su papel individual, están a la altura de un estilo no siempre fácil de ejecutar. Karen, al a la voz y al frente, sigue siendo espectáculo, energía y explosión.
The Riven, acuden de nuevo con el mérito de haber ascendido de nivel. Los chicos de Estocolmo, con un barcelonés adoptado, ya nos dejaron con la boca abierta hace justo un año abriendo para sus paisanos Dead Lord. Confieso que soy uno de los que esperaban su vuelta para oír en directo los temas de su nuevo trabajo ‘Peace And Conflict’, pues tanto la espera del nuevo disco, como la de volver a verlos sobre sobre el escenario, han valido mucho la pena. Han vuelto con mejores canciones y como mejor banda. Desde Charlotta al frente, con voz tan natural como espectacular entre la psicodelia y el AOR; a flote por guitarras a caballo entre rock de los 70’s revival — escuela Graveyard — y contaminadas por Thin Lizzy y los Iron Maiden más melódicos sobre una base rítmica segura y sólida.
Tocaron con la naturalidad de saber hacerlo y saber que lo hacen bien. Parecen estar convirtiéndose en uno de los referentes de la nueva escena de bandas suecas, entre Hot Breath y Freedom, pero en un estilo más añejo, que a pesar de llevarse tocando muchos años, no todos son capaces de estar a la altura a la que ellos llegan.
Texto: Mario Silvestre
Fotos: Marina Tomás
