¿Qué son The Builders and The Butchers? ¿Americana? ¿Indie Rock? ¿Folk Rock? ¿Punk de raíces? Quizá en la imposibilidad de responder de manera adecuada a esta pregunta esté precisamente la grandeza de esta banda. Los de Portland –aunque todos nativos de Alaska – liderados por el siempre inefable Ryan Sollee son una banda inclasificable, y esto no es un tópico. Lo que sí es indiscutible es que lo suyo suena genuinamente americano y ese es, además, su objetivo. Hell & High Water es su último trabajo. Un álbum afectado. Es decir, marcado por hechos como la famosa pandemia de COVID, las protestas acaecidas en su ciudad o los incendios forestales de la zona en la que viven. Sollee aúlla y canta, o viceversa, como siempre, convirtiéndose en uno de los cantantes más particulares y originales de la escena yanqui. Y sus compañeros e acompañan con el mismo histrionismo y la misma originalidad que aporta su voz y su fraseo. Da igual que estén tocando banjo, piano, percusión o mandolina. Nada es convencional ¿Highlights? Apuesto por «Montana» y por «Sonora Highway Song».
Eduardo Izquierdo