Discomático

Tim Buckley – Bear’s Sonic Journals: Merry-Go-Round At The Carousel (Owsley Stanley Foundation)

Tim Buckley - Bear's Sonic Journals: Merry-Go-Round at the Carousel - Amazon.com MusicAugustus Owsley Stanley III, más conocido como Bear, no precisará de mucha presentación para todos aquellos aficionados al rock americano de los sesenta, la contracultura, el ácido y especialmente toda la mística alrededor de Grateful Dead Ingeniero de sonido para los de Jerry Garcia, y alquimista lisérgico en sus ratos libres, su firma se puede encontrar en numerosas grabaciones de la época, desde Quicksilver Messenger Service o Big Brother and the Holding Company hasta Santana, Jimi Hendrix o Blue Cheer.

Tras su deceso en 2011, su familia y algunos amigos cercanos crearon una organización sin ánimo de lucro dedicada a restaurar y preservar sus archivos (más de 1.300 grabaciones en vivo, directas de mesa), a los que él llamaba Sonic Journals. Y desde 2017 a editar algunos de ellos, en preciosas y cuidadísimas ediciones: Allman Brothers, New Riders Of The Purple Sage, Jorma Kaukonen & Jack Casady, Commander Cody & His Lost Planet Airmen y demás parentela, a los que ahora se añade esta maravilla: Tim Buckley en directo en el Carousel Ballroom de San Francisco, los días 16 y 17 de junio de 1968.

En ella se captura al mítico cantautor en plenitud de facultades, acompañado de un combo que bascula entre el rock y el jazz dando cancha al jefe para que module, retuerza e improvise a voluntad.

Por aquel entonces, Tim solo tenía en el mercado dos álbumes (ampliamente ignorados en el repertorio), pero ya se mostraba como un intérprete sobradísimo, único en su estilo, trascendiendo de largo el folk rock californiano más ortodoxo. Una escena que se le quedó pequeña muy, muy pronto.

Los argumentos para vender esta grabación a sus fans, obviamente, sobran. Es un directo imprescindible, y punto. Apuntemos si acaso, por si alguien duda, que la calidad de sonido es más que notable, como no podía ser menos. Y que se trata de una magnífica ocasión de apreciar los borradores de varias canciones que grabaría a posteriori («Happy Time», «Strange Feelin’», «Buzzin’ Fly»…), descubrir dos inéditas («Blues, Love» y «The Lonely Life») y disfrutar de una asombrosa, punzante versión del «Merry-Go-Round» de Fred Neil. Un pedazo de historia, en resumidas cuentas.

 

Eloy Pérez

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