Tres meses tardaron este par de tipos de Melbourne en tener este disco listo. Dos músicos con aparentemente poco en común. Jackson Freud tocaba en la banda de punk industrial Attack of Mannequins, y Tom Hulse le daba al blues en The Slugg y al heavy en The Devil Electric ¿El resultado de su unión? Un disco de western rock con ecos a Ennio Morricone y las películas de Sergio Leone, a Nick Cave y a 16 Horsepower. Esa sí que no se la esperaban ¿eh? Nueve temas, aunque uno de ellos apenas tiene un minuto de duración, cargados de aroma a desierto y pueblos solitarios del Oeste de Estados Unidos con títulos tan evidentes como «Wanted Man» o «Dead Dollar Bill». Una pequeña broma country, según sus propios autores, pero que les ha salido la mar de resultona. Quizá, en buena parte, por la buena mezcla de Michael Badger, cuyo trabajo se asocia a los impredecibles King Gizzard & The Lizard Wizard’s. Aunque para impredecible un disco tan apetecible como este.
Eduardo Izquierdo