Encuentros

Jerry Joseph, el frágil sonido del aire del desierto

Hay personas con millones de seguidores y millones de likes de los que no has oído hablar en tu vida y artistas con seguidores de carne y hueso y sin redes sociales de los que tampoco has oído hablar y deberías. Abundan de los primeros, de los que no te pierdes nada aunque hagan mucho ruido. Necesitamos a los segundos, que hacen música y no sabes lo que te estás perdiendo. Te señalo a ti directamente mientras me lavo las manos, porque hoy soy un poco más afortunado. Porque acabo de escuchar The Beautiful Madness (Décor Records, 2020), el último disco de Jerry Joseph, y no sé qué coño he hecho en esta vida para no haberle conocido antes, pero algo bueno he tenido que hacer para haber dado con su música y además poder hablar con él sobre ella.

Puedes leer o no leer la entrevista, pero hazte un favor y ponte cualquier disco de su extensa discografía. Si no lo has escuchado antes, serás un poco más afortunado.

Lo primero, ¿cómo estás y cómo llevas estos tiempos extraños para todos?

Son tiempos surrealistas en todo el mundo, y aquí en Portland (Oregón) tenemos otros problemas además del Covid. Entre las protestas, la desmedida actuación de la policía y su desmedido uso de espray de pimienta, gas lacrimógeno y balas de goma o los incendios que están arrasando la costa oeste de EE.UU. y que hacen que el aire que respiramos sea el más tóxico de la tierra provocan que esté siendo un año agitado. En el lado personal, mis hijos acaban de empezar la escuela virtual y tenemos que adaptarnos a ello -en especial mi esposa, que es maestra-, pero confiamos en que todo mejore, por supuesto.

Hablemos de tu álbum entonces. ¿El título es una referencia a algo concreto o crees que existe belleza en todo tipo de locura?

A Patterson (Hood, cantante de Drive-By Truckers y productor de este álbum) se le ocurrió el título y me pareció un buen título. Pensé que era “La Bella Locura de Jerry Joseph” hasta que vi la portada, pero como no soy muy bello y tampoco soy un tipo loco, asumo que lo puso por todo lo que nos ha traído el mordisco de un murciélago…

Jerry Joseph con Patterson Hood (Drive-by Truckers)

¿Existe belleza en estos momentos? ¿Crees que se pueden sacar reflexiones positivas de todo lo que estamos viviendo?

Siempre ha habido momentos increíbles de luz y belleza en las etapas más oscuras. Estoy seguro de que en España, frente al horror, se ha visto a muchas personas que se aman y se preocupan por los demás. En mi caso, tengo hijos pequeños con los que cada momento es hermoso. Me he apoyado mucho en el catolicismo a medida que he ido envejeciendo, porque nos muestra que siempre hay lugar para la belleza y la bondad. Aunque las cosas buenas son a veces es difícil de ver (y si el aire está lleno de gas lacrimógeno, ni te cuento).

Para un artista como tú, cuyo motor creativo se basa más en las experiencias personales que en la imaginación, ¿qué supone como músico estar un año en el que tenemos movimientos tan restringidos?

Si no hubiera habido Covid habría tenido un año intenso. A partir de abril se suponía que iba a hacer un viaje a Egipto con mi madre; iba a volver a Irak (para mí un viaje sin fines lucrativos); viajar a Bangladesh (también sin fines lucrativos); iba a girar al fin por Europa durante seis semanas y tenía un sinfín de fechas cerradas a lo largo y ancho de EE. UU.; además, prometí a mi hija de 7 años un viaje a Hawai. Estoy seguro de que todo habría sido épico y, a cualquiera que se lo cuente, le puede parecer que un gran año se me ha ido por la borda. Sin embargo, estar seis meses en casa con mi familia y disfrutar de ellos tanto tiempo y de forma ininterrumpida ha sido lo mejor que me ha podido pasar. Me encantaría, por supuesto, haber cumplido con todos los proyectos que te he contado, pero haber pasado este tiempo en casa y sin haber sufrido ningún tipo de problema ha supuesto un regalo de dios.

Parte de este álbum lo has grabado en México. ¿Qué te ha aportado el país tanto personal como artísticamente?

Crecí en San Diego (California), mi padre era un científico atunero, con una oficina en Ensenada (Baja California) y mi hermano un pescador de atún en la misma zona. Yo era un fracasado contrabandista de drogas de México, así que he pasado toda mi vida entrando y saliendo de México. Además, mi abuela dejó el Líbano en 1899 y desembarcó en Veracruz en 1900. Ella vino a América a través de México, y llegó a América como una inmigrante ilegal. Yo diría que un pedazo significativo de mi alma ha salido de México, aunque no sé si los mexicanos estarían de acuerdo…

Una de las muchas virtudes que tiene The Beautiful Madness es que se ha estrenado en el momento oportuno. ¿Buscas que tu música sea un fiel reflejo de la realidad o no sueles dar importancia a las reacciones que tu música puede provocar?

Solo me importa ser completamente honesto conmigo mismo a la hora de componer. Me preocuparía si no lo hiciera, y soy consciente de que muchas veces puedo no cumplir con esta tarea. No me siento culpable de ello porque siempre me esfuerzo todo lo que puedo. Por otro lado, si me preocuparan las reacciones externas estoy seguro de que haría una música de mierda, así que prefiero tener la libertad de seguir equivocándome por mí mismo.

En «Black Star Line» homenajeas a David Bowie, un artista que, si bien es cierto que era camaleónico, poco tenía que ver con el tipo de música que practicas. ¿Por qué este homenaje? ¿Qué elementos tienes en común con Bowie?

Bueno… usé delineador de ojos durante mucho tiempo (risas). Bowie significaba todo para el joven que era yo. Lo vi por primera vez en 1975, cuando tenía 14 años, y ahí se convirtió en la criatura mítica intocable que aún hoy sigue siendo para mí. Los estilos musicales, la moda, la sexualidad, la valentía -y los excesos que tuvo en Berlín con las drogas duras- son todas las cosas que siempre he intentado robarle.

Ya que lo mencionabas antes, ¿cómo ha sido trabajar con Paterson Hood y qué ha aportado a este álbum? ¿Y con Jason Ilbell?

Patterson es mi amigo. Siempre ha tenido fe en mí y una visión especial para tratar mi música, y como mi admiración por él es incondicional, creo que sentimos un respeto mutuo que, con el paso del tiempo, se ha convertido en una gran amistad. A Jason le conozco desde hace mucho tiempo también y puedo decir de él lo mismo que he dicho de Patterson. Ambos son héroes para mí, así que no hay mucho más que añadir.

Son muchos los artículos que se preguntan (y yo también) cómo es posible que una carrera tan productiva, cuidada y talentosa como la tuya no haya tenido más repercusión. Es cierto que en España géneros como el folk o el americana se han ido asentando (las reacciones y las muestras de respeto en nuestro país por la muerte de Justin Townes Earle fueron numerosas), pero me sorprende que sean medios americanos los que se hacen esta pregunta. ¿Qué opinas?

¡Pondría un emoji risueño aquí si pudiera encontrarlo! Todos los años, desde 1986, alguien me ha dicho: «El año que viene es el año de romperla». Todos los años, te lo prometo. Me cortaría la pierna por tener éxito en Europa y el plan para este disco era, como te he contado, hacer al fin la gira europea. Tenía incluso pensado trasladar a mi familia allí durante un año (me encanta Barcelona, así que mantenme informado si sabes de algún apartamento interesante por el Raval) pero la situación es la que es. Honestamente, conozco a muy pocos músicos que año tras año hayan hecho giras tan duras como yo, así que puedo estar un poco decepcionado por no haber tenido la repercusión que hubiera querido. He tratado de llamar la atención, incluso de exigirla, pero al final no puedo obligar a la gente a escucharme. Tengo una pequeña pero leal base de fans que me ha mantenido con vida y a la que debo mucho, pero por supuesto que me gustaría expandirla.

¿Pueden géneros como el folk, el country o el americana llegar al gran público actual, o crees que si lo hicieran perderían parte de su esencia?

Siento que los que vivimos en 1975 estuvimos expuestos a todo eso. Ahora, si alguien no te toma de la mano o de los oídos y te señala una nueva dirección o un nuevo artista, te pierdes muchísimo. Estoy triste porque se está perdiendo la magia, eso que hace a este tipo de música tan especial. Me gustaría pensar que una buena canción tiene la oportunidad de crecer en cualquier lugar, pero también entiendo que no se puede vivir y comer solo de la esencia.

Por último, ¿qué 3 álbumes recomendarías a alguien que quiere comenzar a escuchar los géneros que tú practicas?

Bueno, para mis oídos serían:

Global a GoGo de Joe Strummer

Achtung Baby de U2

Street Legal de Bob Dylan

No puedo decirte cómo suena mi música, pero podemos sacar un buen “manual para principiantes” de los que se han mencionado en nuestra conversación: Drive-By Truckers, Jason Isbell o Justin Townes Earle.

Y, por supuesto, cualquier disco de Richmond Fontaine. Son mis ídolos.

¡Vayan con Dios!

 

Texto: Borja Morais

 

 

 

 

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