Matt Ellis no es un tipo cualquiera. Porque gracias a una carrera más que destacable se ha hecho un nombre como uno de los mejores autores del rock americano actual, a pesar de ser australiano. Nacido en Sydney arrancó como miembro de Sedwick Pie, para luego empezar a firmar sus discos en solitario. Rambler Pacific, publicado este mismo año, es el sexto de ellos y ya está entre nuestros favoritos del género. Ellis habló amablemente, desde su casa en California, con nosotros de él.
Rock americano y Australia es una relación a la que ya nos hemos acostumbrado.
Bueno, yo nací en Australia, pero pude viajar mucho mientras crecía. Mi adolescencia, por ejemplo, la pasé en Hong Kong, donde estudié en la escuela internacional de inglés. Allí empecé a grabar cintas variadas con canciones de bandas algo oscuras como The Cure, The Cult o R.E.M., aunque tampoco me perdí el auge del rock americano de Petty, Dylan o Springsteen. Eso sí, me tiraban más otras cosas como el punk porque era un skater. Cuando estudié algo más de historia empecé a valorar esos autores americanos de folk y blues, y adí surgió todo.
Y de ahí a trabajar con Nels Cline o Greg Leisz, casi nada.
Sí, son dos de los mejores instrumentistas que conozco. Trabajé con ellos humildemente porque son dos grandes ejemplos de lo que me apasiona. Dan su vida por la música. Ese es el tipo de compromiso que me interesa. Artistas como Neil Young, Bob Dylan, Tom Petty, Paul Kelly, Willie Nelson o Kris Kristofferson
Pero ¿qué puede aportar un australiano a la escena del rock americano?
Me gustaría pensar que aporto una perspectiva y un enfoque únicos. La estética punk todavía me afecta. Y hay canciones como «The Kids Of America» que es un tema garaje que nunca se reproduciría en una radio de americana, aunque necesitaba escribirla. Continuaré escribiendo lo que quiero y publicando lo que quiero. Soy 100% independiente, y hago las cosas a mi manera.
Tu sonido me recuerda mucho a John Mellencamp ¿te lo han comentado antes?
Lo cierto es que sí, y para mí es un gran cumplido. Creo que venimos de sitios similares, aunque, si te soy honesto, no conozco su carrera en profundidad, tan solo sus éxitos.
A pesar de vivir en California no detecto en ti influencia de ese movimiento.
Pues no creas, especialmente durante mis años en Los Ángeles lo escuchaba mucho. Sin embargo tengo mucho cuidado de no convertir la influencia en imitación. Creo que «If I Had A Hammer» tiene un ambiente muy Laurel Canyon y en «Heading Home» creo escuchar a The Byrds.
¿Repasamos un poco tus seis discos ¿qué me dices de tu debut, Peel (2000)?
Antes de hacerlo pasé cuatro años al frente de una banda de stoner. Algunas canciones eran para el debut de ese grupo, que nunca se produciría. La influencia country todavía no se había instaurado del todo y era un tobogán de sonidos. Ese disco fue muy apoyado en la radio australiana y tuvo excelentes críticas en Rolling Stone y en Street Press.
Matt Ellis (2004)
Quizá me tomé demasiado tiempo en hacerlo y eso hizo que me perdiera un poco. Puedes escuchar country alternativo arrastrado. La verdad es que grabarlo me llevó a tener más confianza en el estudio.
Tell The People (2006)
Había dejado mi trabajo habitual para dedicarme a ser músico. Pasé la segunda mitad de 2005 actuando en Canadá y Estados Unidos mientras escribía canciones. Avine, mi novia entonces, vino a vivir conmigo y nos fuimos a México un par de meses, donde escribí todavía más. De hecho, en ese disco, la convencí para que grabar un dueto conmigo.
Births, Deaths and Marriages (2010)
Branden Harper se acercó a mí para hacer otro disco juntos en algún momento de 2008. Tenía las canciones y él estaba viviendo en un loft en Venecia en el que podíamos grabar. Compré algunos preamplificadores API y partimos con una simple plataforma de Pro Tools. Grabamos voces en vivo y guitarra acústica con la batería. Todo lo demás estaba sobregrabado. A mitad del proyecto, Branden se mudó a Seattle, dejándome con un álbum medio terminado y sin preamplificadores. Una vez más, salté a la silla del productor para dirigir la nave. Tuve la suerte de volver a grabar a Greg Leisz y Tim Young, pero por esta época también había estado expuesto a Tucson y su increíble comunidad musical.
The Greatest Escape (2014)
La banda que monté para tocar el anterior disco en vivo todavía estaba conmigo y no quería cambiar nada. Comencé a llevarles nuevas canciones a lo largo de 2013 y reservé Wavelab en Tucson una semana en diciembre. Es un álbum introspectivo provocado por la pérdida de mi padre y el hecho de cumplir 40 años, y también es mucho más diverso que los lanzamientos anteriores. Las guitarras son más fuertes.
Rambler Pacifico (2019)
Pasé mucho tiempo escribiendo después de que la promoción de The Greatest Escape se desaceleró. En la primavera de 2017 tenía unos 40 riffs y melodías esbozadas, pero seguían surgiendo más ideas. Apreté el botón de pausa al escribir y agrupé un conjunto que sentí que funcionaban bien juntas.
Dime algo que tenga Rambler Pacifico que no tuviera el resto.
Las canciones se construyeron alrededor de la pista de guitarra y la batería, y escribí las letras al final, en el estudio. Así que se creó de forma inversa al resto. También es el disco más abiertamente político que he lanzado.
Lo grabaste en el estudio de tu casa ¿por qué?
Porque era lo que necesitaba. Decidí adoptar un nuevo enfoque para escribir y grabar, y necesitaba no tener restricciones de tiempo. A mitad de la grabación, además, mi esposa se quedó embarazada, así que prefería pasar más tiempo cerca de casa.
¿Por qué decidiste versionar «If I Had A Hammer»?
En 2016 habían invitado a Arlo Guthrie a un acto del concejal progresista de Los Ángeles Bill Rosendahl. Él no pudo ir y me llamaron a mí. Me dijeron que esa era la canción favorita de Bill y pidió que se tocara. Luego investigué y conocí el legado de la canción. Quise hacerla mía. Luego el mensaje también encajaba con el resto del álbum, así que la convertí en el tema de cierre.
Estás muy interesado en el tema político, y un buen ejemplo es «Isoliatonist Blue».
Es que son tiempos extremadamente políticos. No puedes escapar a eso y me atrajo escribir una canción que lo resumiera todo, desde el Brexit a Trump o el gobierno conservador australiano. Es un mundo más conectado y más pequeño que nunca en el que estamos viviendo un aumento aterrador del nacionalismo.
En “The Kids of America” también tratas el tema social.
Es otro tema frustrante en Estados Unidos. La NRA y sus grupos de presión están eligiendo dinero en lugar de seguridad para sus propias familias y los que le rodean. Los adolescentes de Parkland son increíblemente fuertes, valientes e inteligentes, y se enfrentan a esta mierda con más fuerza que cualquier adulto. A medida que se acercaba mi paternidad ese asunto hizo más mella en mí, y quise levantar el puño junto a ellos.
Para acabar, en “The Lonely One” hablas simplemente de valores ¿qué importancia tiene pars ti?
Los valores son lo que nos queda al final del día. Creo que es otra canción provocada por el hecho de ser padre. La corrupción viene de muchas formas, y es importante defender lo que crees, incluso si parece que te has quedado solo.
Eduardo Izquierdo
Qué alegría encontrar una entrevista a Matt Ellis por estos lares. Y muy buena y completa, por cierto. Conocí a Matt Ellis de rebote hace 6 o 7 años, cuando tuve la suerte de vivir en Los Angeles. Artista de enorme calidad y con discos como soles que sin duda se merece mucha mejor suerte. Espero poder volver a verle algún día. Y será en Los Angeles, sin duda.