¡Nunca ha sido valorado por el público como otros grandes bluesmen! Sí, en cambio, lo han bendecido e incluso versionado Bob Dylan, Ry Cooder, B.B. King, Chet Atkins, Elvis Presley o Jerry Lee Lewis. Su destreza total con la guitarra y su versatilidad para pasar del blues al jazz le llevó a tocar con Duke Ellington o Louis Armstrong.
Cruzó los más puros sonidos del Delta con una increíble técnica flat-picking. Así es normal que se le compare con Robert Johnson, Charlie Christian o Lowell Fulson. Tuvo un primer esplendor en las décadas de los 20 y 30 y un rotundo período de madurez a comienzos de los 60. Esto último es lo que se recogen en estos dos discos grabados con el ingeniero de Blue Note, Rudy Van Gelder. Como sucede en estos artefactos de Soul Jam y HooDoo Records distribuidos por Distrijazz, gran sonido digitalmente remasterizado, buenos y jugosos extras, amplias duraciones y completísimos libretos de 16 páginas. En el primer disco con banda en la que destaca el saxo tenor de Hal Singer y el piano de Claude Hopkins. En el segundo el solito. En ambos con mayoría total de brillantes composiciones propias. No faltan sus «Moaning Love» o su «Don’t Ever Love». Buenas versiones también del «Summertime» de los Greshwin y el «What A Difference A Day Makes» y del «St. Louis Blues» de Handy como bonus track. ¡Para ganarse un respeto aún mayor!
Texto: Txema Mañeru