Glass Houses supondrá para Joel su primer número 1 como single, y el álbum será su respuesta al post punk y la new wave. Aunque artísticamente no será su mejor trabajo, las ventas seguirán siendo extraordinarias.
El nivel subirá con The Nylon Curtain, mucho más social en sus letras, y muchísimo más trabajado en el estudio.
El divorcio con su mujer Elizabeth, aunque tarde se venía venir, y resultará en un Joel que iniciará alguna relación sentimental con no una, si no con dos supermodelos.
Es por tanto lógico que su siguiente álbum (An Innocent Man) respira alegría y optimismo, y es un homenaje a los músicos que le inspiraron en los 60 al bueno de Billy.