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A la vejez, viruelas

 

Un nuevo disco de los Stones siempre es motivo de conversación, incluso más allá de los círculos estrictamente musicales. Así, haciéndome eco de las opiniones, en general noto que el álbum levanta pasiones (en mayor medida) o es vapuleado. No hay término medio.

 

Así, aprovechando que esto es una columna de opinión, voy a dar la mía. Y la voy a dar por varias razones que están interrelacionadas: primera, conozco muy bien la discografía de la banda, la cual he escuchado en innumerables ocasiones, segunda, en mi adolescencia fueron mi banda favorita, y tercera, son los responsables de que agarrara una guitarra y quisiera dedicar mi vida al rock&roll. La pasión que tuve por Jagger, Richards & Cía se apagó hace tiempo convirtiéndose en un cariño especial. Al igual que el enamoramiento inicial no te deja ver los defectos de la persona amada, el tiempo y mi madurez como músico y productor creo que me ha hecho ser más objetivo hacia ellos.

Me hace gracia cuando alguien dice que Hackney Diamonds no está a la altura de su obra de los 70. Las comparaciones de ese tipo no sirven. Ningún artista con una carrera tan larga ha hecho un álbum que supere el cénit de su obra. Por lo tanto, pongamos a Hackney Diamonds donde le corresponde, en el año 2023. De entrada diré que éste me parece un muy buen disco, sobretodo si tenemos en cuenta que esos tipos tienen ochenta años, todo ganado y nada que demostrar. A nivel de composición nos deberíamos remontar como mínimo a Voodoo Lounge para encontrar temas del nivel de este álbum. El sonido, es puro Stones, con sus clásicos y esperados riffs de guitarras cruzados y base contundente. Todo ello con una producción “rock siglo XXI” ¿para qué sonar como el 77? Ya escucho cuando quiero Somegirls. Y sobretodo, hay que sacarse el sombrero ante la voz que presume Jagger, ésta no tiene correlación con sus 80 años. Impresionante. Hasta aquí mi opinión.

En el otro extremo hay quien opina que una vez más, y ya son cinco desde Tatoo You, los Stones no consiguen hacer un disco a la altura de su leyenda, con composiciones que recuerdan a otras mucho mejores, repetición de riffs manidos y un sonido sobre producido con abuso del autotune en la voz. Simplemente decepcionante. Si a ello añadimos que Jagger, por las letras que canta, todavía se cree un jovencito semental, y una portada de concurso gráfico, el cuadro es desolador.

De acuerdo que he puesto algo de mi cosecha en esto último, pero es lo que opina la crítica más feroz y aquellos para los que los Stones hace años deberían haberse retirado. Como la vida misma, el blanco o negro puros raramente existen, siempre nos movemos entre grises y de la misma forma los dos puntos de vista son válidos e incluso el segundo, hay que reconocer, que tiene puntos de razón. El porcentaje de claroscuro seguramente dependerá de nuestro grado de condescendencia y cariño.

De todas formas yo digo: STONES FOREVER!

Texto: Aurelio Morata

 

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