Imagen

Festival Internacional de Cinema Fantàstic de Cataluña 2023  – Sitges

Publicamos la reseña general del festival, una vez digeridos por fin los diez frenéticos días de programación, e incluyo en ella las 12 mejores películas que vi, de entre un total de 26. Como siempre, por riguroso orden de visionado. Una edición en la que la respuesta del público ha sido de récord, y en la que, al menos en mi selección, el protagonismo femenino ha ido en aumento. En el cine de género este aspecto da mucho de sí, así que celebro que la mitad de esta docena de historias sean encabezadas por mujeres. Mujeres valientes, que se sobreponen a las situaciones que se les plantean y la acaban liando muy parda.

Pelis casi todas con “trasfondo”, la palabra mágica de esta edición en las recurrentes colas de prensa de entrada a las salas. La violencia y la inquietud son inherentes a la historia del ser humano, pero, aunque estos activos por si solos nos interesan y nos divierten, cuando llevan relleno sociológico nos colman de placer intelectual. Y este año Sitges ha sido especialmente ducho en eso.

En la elección de mi parrilla siempre parto de la sección oficial, y por lo tanto me suelo pasear bastante entre el Auditori y la sala Tramuntana, pero este año también me ha tocado ir bastante al Retiro, la sala con más solera y donde se proyectan filmes más en la honda del fan del festival. Las propuestas norteamericanas, y en general las anglosajonas han vencido por goleada en esta selección que os presento –con hasta 7 de las 12-, el resto son españolas, argentinas, una brasileña y una de Quebec… Lamentablemente ninguna de las propuestas asiáticas que he visto este año me ha llegado a colmar.

HERMANA MUERTE, de Paco Plaza (ESP)

La gran obra de Paco Plaza que llevábamos tiempo esperando está aquí. Una historia de monjas de clausura enraizada en nuestra historia más cruenta, que crece poco a poco y madura, hasta acabar explotando con el éxtasis de un lúcido flashback, que resultó misericordioso e indulgente con los fans del terror y del festival. Señores de la Academia, tres aves marías y dos padres nuestros si no nominan a esta película.

PROPRIEDADE, de Daniel Bandeira (BRA)

Al tanto con el título que es una reivindicación de lo más ácrata. Como toda la historia, que tiene de fantástica tanto como de cruel y de desesperanzadora para el ciudadano acomodado. Cruda, impenitente y sudorosa como el auténtico Brasil, la mina de cine fantástico más profunda de Latinoamérica y diría que del mundo entero. Sobresalientes tanto la idea del encierro en el coche, como su desarrollo y el armaguedónico final.

LAST STRAW, de Alan Scott Neal (USA)

Ahí va un fan de Halloween, sociólogo de la América profunda y, sobre todo, feminista. Cuidado porque el filme es un casi slasher que hay que ver con el casco puesto, y que a la vez no se anda con chiquitas al describir donde desembocan todos los embudos: en una chica joven y valiente que cree tenerlo todo perdido a los veintipocos, pero que lucha hasta quedarse sola de verdad. Más que tener “trasfondo” es profunda, tanto como la herida que deja. Ojo a la score de Alan Palomo y especialmente al tema punrock “I’m Yer Dad”, de la banda GRLwood, que hará las delicias de los afines al sello rutero.

MOSCAS, de Aritz Moreno (ESP-ARG)

En la presentación previa al pase, el director confesó que casi le costó la vida acabar la película. No quisiéramos elucubrar si fue eso lo que estropeó la última media hora de esta histriónica y no menos genial historia, pero es una lástima, porque su primera hora la llevaba camino de ser una obra maestra de la comedia negra. La interpretación de Ernesto Alterio es hercúlea, colosal. Ventajas de viajar en tren, la ópera prima del director vasco, ya dio visos de lo que a buen seguro será una gran carrera. Al tiempo.

LATE NIGHT WITH THE DEVIL, Cameron y Colin Cairnes (AUS)

Qué idea más molona la de explotar el terror en la televisión en directo. Y el truco narrativo de anclar la historia en un pasado vintage ya es genialísimo; le da veracidad. Añádase el poco remilgo a la hora de sobresalir en el gore más fan. Cuidado con el tráiler, que es media peli, ¡¡¡y por eso no lo ponemos!!!

Late Night with the Devil (foto: Kelly Gardener)

JACKDAW, de Jamie Childs (GBR)

El hilo del motorista escapista que propone Childs, construido en un universo nocturno, es una mezcla de Mad Max y las gang de Guy Ritchie. Su frenética acción divierte, aunque el perfil invencible de héroe normativo del protagonista -a lo Michael Paré en Streets of Fire-, su amor imposible por la chica y su familia desestructurada llegan a empachar un poco. Atención al curro de los escenarios.

 

POBRES CRIATURAS, de Yorgos Lanthimos (USA)

Emily Jean “Emma” Stone protagonizando el acercamiento femenil al monstruo de Frankenstein del irresistible cineasta heleno. Ambientada en un pasado retro-modernista de tintes timburtonianos, su argumento y su personaje protagonista se cuecen y mutan a base de diálogos y situaciones inteligentes, y de proclamas de la verdad absoluta más infantil hasta convertirse en un icono al que el León de Oro de Venezia se le queda pequeñito. Grande también Willem Dafoe. Tres estrellas Michelin.

CUANDO ACECHA LA MALDAD, de Demián Rugna (ARG)

Qué difícil es dar miedo. Y qué complicado es sorprender al público de Sitges. En su anterior Aterrados, también proyectada en el festival, Rugna demostró que no solo sabe presentar historias para no dormir, sino que es rápido e imprevisible en el sobresalto. Aquí propone al menos dos secuencias magistrales en medio de una historia folk horror perdida en la Pampa, cuya versión de la posesión infernal es innovadora por su proyección antisocial en ese paisajismo antártico y huraño. Primer filme latinoamericano en llevarse el premio grande en Aiguadolç.

DIVINITY, de Eddie Alcazar (USA)

Terry Gilliam hizo mucho daño y cómo nos alegramos. Psicodelia y extremismo en blanco y negro, regados con la música asfixiante de DJ Muggs. Stephen Dorff sufriendo transformismo físico. Metafísica, inmortalidad… Elegir la primera sesión matinal fue una buena opción, pues se antoja imposible cerrar los ojos y dormir después de tamaña lisergia, la visión de otro mundo. Ciencia ficción orgánica y producida por Steven Sorderberg.

LES CHAMBRES ROUGES, Pascal Plante (CAN)

La dosis más fuerte de sordidez de esta edición del certamen. Pocas imágenes, muchas palabras. Así que, aunque pueda verla todo el mundo, quizá no todo el mundo la disfrute. La deep web llevando al más allá el concepto snuff movie, joder qué temazo. Todo empieza con el juicio del macabro resultado y se construye con la investigación de quién, cómo, dónde y qué conduce a las cámaras rojas de la depravación. Profeta en su tierra, el quebequés Plante consiguió los cuatro premios principales del Fantasia Festival. Además, la belleza límpida de Juliette Gariépy resulta perfecta para el relato. Mención especial. Esta sí, para ver a altas horas de la madrugada.

DREAM SCENARIO, Kristoffer Borgli (USA)

Humor surrealista, desternillante por cruel y desaprensivo. Una comedia negra que exagera la realidad con el ánimo de ejercer la hipercrítica sobre el deseo de fama, las campañas mezquinas de las redes sociales, la fantasía sexual transgeneracional… Nicholas Cage otra vez en Sitges, esta vez desplegando su perfil histriónico en un papel serio y arty. En el pódium de las mejores.

JERICHO RIDGE, de Will Gilbey (GBR)

Acción policíaca. Mujer, afroamericana, madre monoparental y, para más inri, lesionada en una pierna, la agente Tabby Temple se ve abocada a defender su vida –y la de su hijo- encerrada en una comisaría que es casi un fuerte del farwest. Una actualizada jungla de cristal súmamente entretenida. Para lxs aprensivxs: mucho tiro y alguna muerte, pero poca sangre.

Texto: Pacus González Centeno

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

*

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.

Contacto: jorge@ruta66.es
Suscripciones: suscripciones@ruta66.es
Consulta el apartado tienda