Sam Jones se hizo un nombre en el mundo del documental musical gracias a una carambola. Cuando se propuso documentar la grabación de A Ghost Is Born de Wilco en I Am Trying to Break Your Heart intuía que podía ser el disco con el que la banda daría su paso de gigante, pero se le cruzó por el camino el rechazo de su discográfica, con lo que un buen documental, sin más, pasó a ser tener una mayor entidad. O sea, un giro de guion imprevisto que le dio alas a su cinta. En su nuevo film, centrado en Jason Isbell, el punto de partida es similar: la grabación de su álbum de 2019, Reunions. Hay aquí más confesiones a la cámara que en aquel, gracias a la predisposición de Isbell a hablar de sus adicciones, y también estupendas secuencias de archivo de su etapa en Drive-By Truckers. Apreciar el resto dependería en principio de la paciencia del espectador y de cuánto le interese la grabación en un estudio de un álbum. Sin embargo, por segunda vez, Jones se encuentra con un filón inesperado, en este caso las diferencias entre Isbell y su mujer Amanda Shries por la presión que él siente durante la grabación. La carta que ella le envía, y que lee frente a la cámara, es de esos instantes insospechados que elevan cualquier largometraje por encima de sus intenciones. Lástima no contar con la respuesta de Isbell porque o bien Jones no lo supo ver, o el músico no quiso llevar sus confesiones hasta el final.
XAVIER VALIÑO
