Teniendo en cuenta que Trapeze, más allá del interés suscitado por la presencia de Glenn Hughes en la primera etapa antes de entrar a formar parte de Deep Purple, nunca fue un grupo, lo que se dice «famoso», sí es cierto que hay dos etapas diferenciadas; obviamente, la de Hughes, y la que ya no está Hughes. Habiendo comentado recientemente en esta web de tu Ruta favorita el cofre dedicado a los primeros años de la banda, llega ahora la segunda parte (5 cd’s), que ofrece los tres discos de estudio finales y tres directos. No es el nivel apoteósico del primer volumen, pero hay cosas extraordinarias, y es que Trapeze supieron subsistir sin Hughes, creando buena música hasta el último suspiro.
Hotwire fue el primer álbum tras la partida de Hughes. Siguen en la onda donde lo dejaron con el bajista (You Are The Music… We’re Just The Band) y Mel Galley, que pasó a ser cantante principal, tiene un tono parecido al de Glenn, aún sin la potencia y la subida. Con todo, el coctel ideal; la banda británica que mejor supo fusionar rock potente con funk y tradicionalismo sureño americano. Quizás por ello fueron relevantes en el sur estadounidense, especialmente en Texas. De cualquier manera, Hotwire es dinámico, alegre y, ante todo, sincero. La tripleta inicial es de infarto: «Back Street Love», «Take It Down The Road» y «Midnight Flyer». Luego el nivel no raya a esa altura, pero se deja querer, especialmente la afectuosa «Steal A Mile».
Trapeze, el homónimo del 75, aquí incluido en el mismo cd que su antecesor, es una buena continuación a Hotwire, aunque cuesta encontrar una pieza estrella. Hay buenos detalles aquí y allá, pero las canciones en su composición se diluyen. El estilo es genial, la tocada también, pero parece más un ejercicio de estilo que no la disposición de grandes composiciones. «Changes» y «Nothin’ For Nothing» ven a Glenn Hughes reunido con sus viejos camaradas. La primera es de lo más interesante del álbum.
Hold On, publicado ya a finales de los setenta, tiene la presencia del vocalista Pete Goalby, que muchos recordarán por su posterior estancia en Uriah Heep. Goalby dio oxigeno a la banda en sus acaballas, y sobre todo, respiro a Mel Galley, que aunque disfrutaba cantando, nunca se sintió cómodo haciéndolo todo el tiempo. Es un disco con carácter, un buen intento de situarse en la primera línea de nuevo, trazando una bella línea entre el hard más intenso y el soul más elegante. Es un disco que se disfruta en su entereza, sin ningún pico superior, aunque ojo a esa joya llamada «You Are». Y aunque Goalby canta realmente bien, es Dave Holland el que conduce el álbum con una maestría pocas veces vista. Maldita sea, este tipo es uno de los mejores bateristas que ha producido Gran Bretaña, prácticamente a la altura de Cozy Powell por sorprendente que sea esta afirmación. ¡Reivindicación para Dave Holland! En cualquier caso, Hold On es un epitafio elegante a la carrera de un grupo incomparable.
De los tres directos incluidos, At The Boat Club (1975), es el mejor. Pese al esfuerzo que le supone a Galley cantar los temas de Hughes, el nivel instrumental es realmente alto. Los tipos no tocan, ¡vuelan! Cosa que no sucede en Live At Arlington, Texas (1976), reunidos de nuevo con Glenn Hughes tras la ruptura de Purple y en formato trío. Hughes pasaba por su peor época de adicción a la cocaína y hay un claro deceso de tocada e interpretación. Las canciones suenan, pero la química ha desaparecido.
Live In Texas – Dead Armadillos (1981) es puro trámite, un disco corto y perezoso con Goalby al frente de la última gira del grupo hasta posteriores reuniones. No dudo de que ofrecieron conciertos buenos en esta época, pero tal y como se presentó el álbum (es el único de los tres que apareció en tiempo real), queda lejos de ser un directo excitante: por minutaje, por sonido y por elección de repertorio.
Gran cofre, en cualquier caso. Y enorme banda, en cualquiera de sus encarnaciones. Dave Holland y Mel Galley merecían este lanzamiento. Jamás se les reivindicará lo suficiente.
Texto: Sergio Martos
Enlace al cofre dedicado a la etapa de Trapeze con Glenn Hughes al frente:
Trapeze – Don’t stop the music: Complete recordings Vol 1 1970-1992 (Purple Records-Cherry Red)
