El que fuera compañero de banda de Shooter Jennings, con una notable carrera a sus espaldas, volvía el año pasado con un disco eléctrico, Down In The Den, altamente recomendable y al que la pandemia hizo pasar injustamente desapercibido. Ahora regresa con un trabajo de corte mucho más acústico, grabado en su casa, ideal para aquellos que reniegan – y yo lo he hecho en más de una ocasión – de este tipo de proyectos. Compositor tan prolífico como excelso, brilla también en esa distancia corta que plantea este álbum. Suena a Bob Dylan en «Path Of Last Resistance» y a Tom Petty en «My Girl Now». Se refugia en Laurel Canyon en «The Hardest Road To Find» y en el blues del Delta más pantanoso en «Be Your Man». Incluso confiesa haber jugado a ser el Elvis de From Elvis in Memphis en «As Far As The Eye Can See». Todo ello acompañado de buenas y puntuales colaboraciones, entre las que destacan las armonías vocales de Vanessa Olivarez, Brian Whelan y in Don Gallardo que lo borda en «Lightning Strikes Twice». Una maravilla.
Eduardo Izquierdo