Los barceloneses, que ya nos encandilaron con su notable largo de debut Swingin’ and Twistin’ (2016) y que dieron el golpe en la mesa definitivo con el EP Don’t Stop the Rock’n’roll (2018), contraatacan con once humeantes y adictivos temas con Fats Domino y Little Richard bajo las alas. Veinticinco minutos para viajar en el tiempo y sudar rock’n’roll y rhythm & blues de la época dorada, con sello y garra propia. En So Hot! retoman el fuego donde lo dejaron y, con el capo del saxo Dani Nel.lo de nuevo a los mandos de la producción, avivan la llama a base de aullidos y desenfreno desde el primer segundo, con un «Rough Boy» a tumba abierta donde vuela libre el Jerry Lee Lewis más salvaje.
Si en el hechizante adelanto «You Put a Spell on Me» abrieron el tarro de las esencias oscuras y lujuriosas de Screamin’ Jay Hawkins, con «Evil Gal» el olor a azufre crece y revientan termómetros a cada surco, para seguir acelerando y saltar como un Cadillac descapotable en llamas por un acantilado en «It Ain’t the Rhythm (It’s the Motion)», un rockabilly rebosante de boogie-woogie que te pondrá el corazón en la boca y le despeinaría el tupé al mismísimo Elvis. Rezuman clase y swing por cada poro de la piel en «Forget about Me», dándonos un respiro y haciendo que se contonee hasta la luna, para terminar de quemar las naves con «(You Ain’t) So Hot» o en el rescatado y ganador «Dont Stop the Rock’n’roll», una declaración de intenciones que subraya el latido de una banda que rueda ya como una ‘’great ball of fire’’ imparable.
DAVID PÉREZ