SON Estrella Galicia nos invita a conocer a Bombino durante el proceso de grabación de un tema exclusivo para SON Records. Entramos en El Observatorio con timidez para encontrarnos con él.
Bombino habla bajito y encogido sobre sí mismo. “Lo mejor de tocar en el desierto es que no molestas a nadie”, cuenta, sonriendo con timidez, tocando de vez en cuando las gafas de sol que siempre le acompañan. Poco a poco va esperezándose en el sofá, altísimo y larguísimo, quitándose las sandalias con los propios pies. Bombino no pertenece a Europa. Le choca que te mandan empezar el concierto a una determinada hora y acabar dos horas después, que te digan a qué volumen has de tocar. “Al principio me costó entenderlo. Luego pensé que, claro, es como el que tiene una panadería, y abre solo de una hora a otra hora”.
En el desierto, uno empieza cuando le late, y termina cuando le apetece, porque toca para sí mismo, y lo único que ha de preocuparle es de que la arena y los bruscos cambios de temperatura arruinen los instrumentos. “Tener una guitarra eléctrica en el desierto es un lujo. No duran nada. Es una inversión muy alta. Y la gente se vuelve loca por tenerlas, y por construir pedales de distorsión con los que jugar”, comenta Bombino, agradeciendo la situación desahogada en la que ahora se encuentra, y le permite centrarse en componer discos como el que ahora presenta, “Deran”, un hito personal en su carrera: “con este disco hemos sido nominados a un premio de música tradicional africana.
Es bueno sentir que te valoran en casa”. Bombino no quiere levantarse del sofá. Por fin ha cogido confianza. Pero aquí hay horarios que complir. Nos acercamos al estudio para verle grabar un tema. Allí, anclado a su guitarra, con sus compañeros de grupo ( “ el tuareg Illias Mohammed a la guitarra y voz, el estadounidense Corey Wilhelm a la batería y percusiones y el mauritano (establecido en Bélgica) Youba Dia al bajo” ) conocemos realmente al personaje que nos ha honrado con su libertad.
Texto: Elena Rosillo
