Estaban destinados a dominar la música británica. Los galeses Manic Street Preachers tenían el mundo a sus pies con su mezcla de punk y rock alternativo, y unas letras absolutamente decantadas hacia las políticas de izquierda que, además, los convertían en un rara avis en el Reino Unido. Cierto es que su tercer disco, The Holy Bible, no había vendido como los dos primeros, pero todos lo veían como un accidente. Aunque lo realmente grave estaba por llegar: la desaparición, aún no resuelta, de Richey James Edwards el 1 de febrero de 1995. A partir de ahí, el grupo decide seguir adelante sin su principal referente y, lo que es más grave, compositor del 75% de sus canciones. Este documental de hora y media rescata como lo hicieron y como encararon la grabación de su cuarto trabajo, Everything Must Go. Un álbum registrado en plena vorágine del brit-pop y que presenta un grupo luchando contra la inseguridad de una situación indefinida y extraña, luchando contra sus propios miedos y mostrando la fortaleza y las ganas de seguir adelante de James Dean Bradfield, Nick Wire y Sean Moore. Ya saben como se escribió la historia. Consiguieron convertirse en un grupo respetado y elogiado por la crítica. En esta cinta encontraremos las respuestas al cómo y por qué.
EDUARDO IZQUIERDO