Rutas Inéditas

Zaragoza y Barcelona: 2 ciudades con pedigrí psych

Esta pieza corresponde al artículo «Por favor haz psicodelia» firmado por Jon Pagola, publicado en el número que este mes está en los kioskos. Un extenso artículo sobre los nuevos movimientos surgidos en nuestro entorno que están permitiendo activar una escena desde diversos colectivos. Este texto complementa el artículo en papel y pone de manifiesto los ejes Zaragoza-Barcelona como ciudades irremediablemente pysch.

Analog Love es una pequeña promotora y discográfica de Zaragoza muy apegada a la psicodelia. Aunque dicen “estar abiertos a cualquier sonido”, los cuatro grupos con los que trabajan tienen un marcado sesgo psicodélico (One Dimensional Band, Celica XX, My Expansive Awareness y Exnovios) y hace año y medio sacaron a la luz un más que interesante recopilatorio sobre lo que se cuece en el subsuelo español, Spanish Neopsych Collection: A Lysergic View Of The Spanish Underground. Además de dos grupos del sello, participan una serie de interesantes bandas como Puma Pumku, The Zephyr Bones Tercer Sol, Holy Science… Otra cosa bien distinta es que, como reconocen sin reparos en Analog Love, sea rentable económicamente tirar del carro del shoegaze, el kraut y el psych-rock. “Sí, existe una sólida escena española y las 10 bandas que aquí se dan lo así lo demuestran. Creemos que la salud del underground en general en nuestro país es buenísima, pero hablamos de calidad, no tanto en que se puedan ganar la vida con ello”, explican.

La tarea de Analog Love se compone de dos patas distintas y no podría entenderse ni complementarse sin su festival y nave nodriza, Zaragoza Psych Fest, que este año cumple su quinta edición. “Es el más veterano del país en cuanto a psicodelia, y cada año mejoramos las cifras de asistencia”, cuentan. La última edición se celebró el pasado mes de septiembre y se completó con un atractivo cartel de 12 bandas que incluía a Vibravoid, The Wands o Baywaves. “Partimos de la base de que el público no conoce a la mayoría de los grupos, pero acuden al festival por la experiencia que ofrecemos, ya que incluimos música, visuales, pintura, charlas, encuentro de sellos, talleres para los más pequeños…”. Quizás el éxito del Zaragoza Psych Fest se deba a que, como ellos mismos dicen, se ha convertido en “un punto de encuentro de una cultura alternativa” en Aragón y, ahí, en ese pequeño pero valioso nicho, se han hecho fuertes.

El otro gran festival psicodélico español es el Barcelona Psych Fest. Este año ha tenido lugar entre el 31 de marzo y el 1 de abril con la participación de una decena de bandas entre los que destacan The Vacant Lots, The Cult of Dom Keller, Tess Parks y The Paperhead. Como ocurre en Zaragoza, el cartel no está planteado de manera nostálgica y se nutre de artistas contemporáneos que aportan un aire fresco, nada rancio. “Está muy bien resucitar a viejas glorias de la escena original, pero si solo fuera así el festival estaría destinado, inevitablemente, a su extinción. Hay una buena cantera en estos momentos y hay que aprovechar el momento de explosión creativa de calidad y autenticidad”, relata Edu Lázaro, estrecho colaborador del Barcelona Psych Fest. “Mirar al pasado con un ojo puesto en el presente”, esa es su filosofía. Y lanza una advertencia dirigida a los advenedizos y arribistas que en el panorama psicodélico, como en todo lo que huele a tendencia, crecen como setas. “Hay muchas bandas que se suben al carro por el hecho de estar de moda. Pero se nota enseguida quién está en este rollo por sentimiento”. De la misma manera que ocurre con el Zaragoza Psych Fest, con el festival catalán tratan de huir de sectarismos estilísticos -“todo el mundo es bienvenido”- y proponen llevarte a una especie de galaxia paralela, o como dice Edu, “a una atmósfera global de imagen y sonido”.

Sin salirnos del norte, hay que hacer un alto en el camino en otra ciudad donde no cuajó el experimento psicodélico. Los chicos de la desaparecida promotora donostiarra Ayo Silver! no tuvieron la misma suerte que sus colegas zaragozanos y barceloneses. Así que después de organizar durante tres años seguidos el festival Txiki Psych Fest, no les quedó otro remedio que arrojar la toalla. ¿Qué es lo que pasó? En la edición de 2015 se la habían jugado todo a una carta -la supervivencia del festival pasaba por petarlo con los brasileños Os Mutantes-, pero no lograron llenar la casa de cultura de Intxaurrondo, que tiene un aforo aproximado de unas 500 personas. Con los fundadores del tropicalismo de finales de los sesenta se despidieron de su juguete psicodélico, por donde habían pasado Moon Duo, Asteroid #4 y Telescopes, entre otros pesos pesados.

 

Texto: Jon Pagola

Fotos: Analog Love (Zaragoza) y Edu Lázaro (Psych Fest Barcelona)

 

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