Al margen de valoraciones subjetivas sobre su obra, la figura de Juan Perro (huelga decir seudónimo de Santiago Auserón) resulta interesante, e inusual por estos lares, por su labor como “investigador” acerca de conexiones y ramificaciones del rock. Desde su época en Radio Futura le hemos observado avanzar hacia un claro entendimiento, y final fusión, entre las músicas provenientes de Norteamérica y las de sus vecinos del sur. Toda una dedicación que se ha convertido en eje de su creación y en factor más destacado. Una actitud de la que no se escapa su nuevo trabajo, a pesar de su principal característica, la utilización exclusiva de voz y guitarra. Bajo ese desnudo tratamiento es capaz de erigirse como un sugerente trovador – papel evidente en «Los inadaptados»- que elabora su mensaje de forma intensa y reflexiva en «Mr H & Lady G», inducido por los sones caribeños de «Agua de limón» o en la crepuscular «De un país perdido». Sin dejar de lado nunca el blues-jazz («Me vi caer»), este disco funciona principalmente como muestra de un proceso creativo inverso, asistiendo a la supresión de ropajes en las canciones hasta mostrarlas en su primigenio esqueleto.
Texto: Kepa Arbizu