Por segunda vez este año, Wilco saltaba el charco para saciar la sed de las hordas de seguidores del viejo continente. Aprovechamos este arrebato de generosidad para acudir a la cita londinense, ya que en esta ocasión no pasaban por nuestro país. Un abarrotado O2 Acedemy de Brixton, esperaba ansioso a la banda de Illinois, tras gozar del teloneo instrumental de William Tyler. Tanto la música del joven Tyler como el magnífico pabellón merecen mención a parte. La mística decoración e iluminación y un sonido insuperable, completaban un ambiente idóneo donde escenificar la mágica esencia que destila la banda de Illinois.
Desde que hace un año y pico sacaran por sorpresa Star Wars, parece que estos cincuentones hayan recibido una inyección de vitalidad y frescura. Y eso que tanto Schmilco como Star Wars, no se encuentran entre sus discos más agraciados. Precisamente emulando el comienzo de su último álbum, arrancaron tocando «Normal American Kids», «If I Ever Was a Child» y «Cry All Day» de manera consecutiva. A partir de ahí, temas de casi todos los álbumes fluyeron sin descanso, dándole especial relevancia a Yankee Hotel Foxtrot.
Jeff Tweedy estuvo como casi siempre: arisco en los comentarios y sublime en lo musical. Poco o nada nos queda que decir del resto de la banda más que se trata de un grupo de músicos con mayúsculas. La guitarra de Nels Cline y la batería de Glen Klotche son simplemente de otro planeta, y eso que el bueno de Nels acaba de cumplir nada menos que sesenta castañas. Pero eso no importa, siguen consiguiendo que el público coree al unísono la pegadiza melodía de «Spiders (Kidsmoke)» y no deje de aplaudir para que salgan a unos segundos bises, esta vez para deleitarles con «California Stars» y «A Shot in The Arm».
Nada parece que pueda frenar a Wilco. El interminable repertorio, las ganas de seguir innovando y el despilfarro de energía durante más de dos horas cada noche, te dejan con la sensación de que es terriblemente difícil presenciar una banda más redonda. Ahora les toca un merecido descanso, aunque no hay duda que no tardarán en volver a las andadas, porque Jeff y los suyos están empeñados en pasar a la historia como una de las mejores bandas de este siglo, y aún tienen recorrido para lograrlo.
Texto y foto: Pablo del Valle
