Nada menos que diez años ha tardado John Mark Lapham (tipo inquieto al que los más leídos recordarán como miembro de The Earlies) en dar forma definitiva a este proyecto. Un disco por el que han pasado no pocos colaboradores, de Micah P. Hinson a Thor Harris de los Swans, compuesto en buena parte por versiones de temas ajenos. Pero menudos temas ajenos, y menudas versiones, damas y caballeros. Del ‘Helix’ de Shearwater a ‘The Orchids’ de Psychic TV, pasando por ese precioso ‘Laser Beam’ de Low o el no menos emocionante ‘It’s Easier Now’ del añorado Jason Molina.
Tomando como referencia sus primeros trabajos electrónicos en los noventa, Lapham se ha sacado de la manga un disco de country-ambient (americana-ambient podría servir igualmente), repleto de sonoridades letárgicas, casi somníferas en algún caso, llevando tanto las canciones propias como las de los artistas escogidos para versionar a un terreno prácticamente inédito. Una banda sonora (no cuesta encontrar ecos de Badalamenti o incluso de los trabajos de Popol Vuh para Herzog) vaporosa y bellísima, con la que observar la niebla sobre los pantanos y, entre ellas, aquellas formas que se mueven y que sabemos intangibles.
‘Songs from the Haunted South’, resumiendo, es un disco de retazos instrumentales minimalistas, de voces etéreas que combinan tradición con vanguardia y que exhala una sonoridad fantasmal –ominosa en algunos casos, lírica en su mayor parte-la cual se conjuga en una re(de)construcción de los patrones de raíces más clásicos en clave somnolienta, pero no por ello tediosa. La atmósfera recreada es, inopinadamente, de lo más estimulante.
Eloy Pérez