Poco hay que contar sobre Rippers a los veteranos lectores de Ruta 66, sin duda la revista que más ha dado la turra con los hermanos Marc y David Teichenné desde que éstos empezaron a hacerse notar en la escena punk cataluna a finales de los noventa. La infra-historia del rock journalism nos reconocerá algún día el mérito de haber apoyado, sin descanso pero con exigencia crítica, cada uno de los lanzamientos de un combo que, me juego el meñique del pie izquierdo, en un futuro la chavalada reverenciará como grupo de culto. Lo sé, ni lo uno ni lo otro realmente importa; y a ellos puta gracia que les hace aquí y ahora. Que Fire Tractaät es un disco mayúsculo lo sabe cualquiera que tenga dos orejas pegadas a su cabeza; que su directo puede mirar de tú a tú a cualquier banda guiri (siempre que no se boicoteen a ellos mismos, claro), cualquiera que no tenga ojos de cristal y horchata en las venas. Esta entrevista se divide en dos partes; verano de 2012, con Fire Tractaät recién salido de l’Antru (fue disco del mes rutero) y primavera 2013, con Marc, David, Manuel Lucio y Marc Morell ardiendo a conciencia allá donde les reclaman.
JULIO 2012
¿Qué es Fire Tractaät, qué dice del grupo que es ahora Rippers?
Marc: Es lo máximo que hemos sabido dar. Después de meses y medes viviendo dentro de estos temas todavía se me eriza la piel cuando los escucho a un volumen brual. O sea que lo hemos logrado.
¿Qué ha significado para vosotros poderlo grabar el Antru, qué ha tenido de positivo grabarlo “en casa”?
M: Más dolores de cabeza, desquicies y tensiones. Por el lado bueno, tienes más tiempo para darle vueltas a las cosas… Aunque normalmente vuelves a la idea inicial.
David: Es el último disco que grabo allí con Rippers. Tendremos que buscar otro sitio y otro técnico / productor para el próximo pues desgasta mucho a nivel personal. Mirando el lado positivo, al grabar en nuestro local-estudio hemos podido darle al sonido la personalidad que queríamos.
Creo que es el disco de consagración del binomio Teichenné, pero así como Marc ha ido creciendo disco a disco como compositor, parece como si David huviera eclosionado de forma más explosiva y rápida como productor. ¿Lo veis así?
M: El crecimiento de David a los controles ha sido espectacular, los resultados obtenidos hablan por sí solos. Ha sido un crecimiento inversamente proporcional al de su equilibrio psicológico desde que empezamos la grabación…
D: Siempre hemos funcionado de la misma manera; Rippers es el resultado de las canciones creadas por Marc y ejecutadas por el resto del grupo, donde yo soy quien más dirección aporto, quizá porque soy quien mejor entiende su visión. Haber dormido bajo el mismo techo durante veinte años habrá tenido algo que ver; aparte de hermanos, a temporadas somos amigos y por suerte, a medida que vamos creciendo estas temporadas son más largas y mejores. Ahora mismo somos amigos, el mes que viene ya veremos…
Ha sido el disco más complicado de hacer, cambiar un batería con quien llevas muchos años tocando no es fácil. Volver a encontrarnos nos ha llevado tiempo y esfuerzo, pero hemos tenido suerte con Marc Morell. Siempre hemos sido amigos, conocía perfectamente nuestra música y nuestras personalidades. Cuando veo el disco me siento orgulloso, creo que el sufrimiento ha valido la pena.
Con esa distancia moderada desde la que os vengo observando a lo largo de los años, he presenciado estallidos de temperamento, la clásica lucha entre hermanos, pero siempre revestida con admiración y amor mútuo. ¿Cómo habéis aprendido a controlar los egos para dar lo mejor de vosotros mismos?
M: No lo hemos aprendido a controlar; realmente es imprevisible saber cuando puede estallar una lucha absurda y encarnizada entre nosotros…
D: Estamos asistiendo a unas sesiones de psicoterapia de grupo para intentar solucionarlo. Por el momento avanzamos bastante bien, solo perdemos los papeles dos veces al mes. El objetivo es lograr bajar hasta una vez al mes…
Pese a puntuales bacanales festivaleras, diría que el Marc actual dista bastante del kamikaze, siempre al límite, que conocí hace unos diez años. ¿Lo ves así? ¿Son ahora las puntuales explosiones una manera de evadirte de los problemes de la vida más que de huir de los demonios interiores de antaño?
M: Bueno, nunca sabes cuando se puede desatar la bestia. Pero en general diría que ahora tengo que pasar más por el aro, así que estoy más domesticado.
Leyendo las letras de Fire Tractaät uno puede pensar que o estos demonios no se han ido del todo o que los recuperas para tener material a partir del cual escribir. En cualquier caso, ¿cómo te sientes removiendo la mierda cuando escribes y cuando la salpicáis en el estudio?
M: En muchos temas me pongo en la piel de una tercera persona, situada en otra dimensión espacio-temporal. Por otro lado, las parables me vienen a la cabeza tal cual y la verdad es que a veces me llevan al límite de la cordura. Tengo una libreta donde apunto todas las ideas, las letras que me vienen y cuando doy con el concepto, con las palabras idóneas, siento como si me elevara un palmo del suelo.
Siempre os habéis movido entre cierto distanciamiento respecto a un sector de la prensa o la industria que no os entendía o no os valoraba lo suficiente y cierto deseo de obtener ese reconocimiento. ¿Cómo encaja vuestro fichaje por BCore en esta lucha de certezas enfrentadas?
M: Era el momento. A diferencia de hace años, ahora están sacando un material cojonudo a mi entender. Finalmente tenemos una promoción como Dios manda que provocará que ya no se nos pueda seguir ignorando. Ya nadie puede pretender que no existimos.
MARZO 2013
Hace más de medio año de la salida del disco, ¿qué valoración hacéis de estos meses?
Marc: Básicamente, seguimos siendo el mismo grupo de culto que éramos antes, con una base de seguidores limitada pero entregada.
¿Habéis notado una mayor afluencia a los conciertos de esta gira? ¿Dónde os han recibido más efusivamente?
En algunos sitios hemos notado más gente, pero tampoco te creas… En Zaragoza, con Pol Pot, hicimos el primer sold out, en el pub Eccos. Fue el último de la gira y uno de los mejores que hemos hecho jamás. El de Donosti en enero también fue la hostia. Con Ederson encargándose del sonido, éramos un muro de destrucción. Lo tenemos grabado desde mesa, quizá algun día lo masterizaremos…
¿Qué tal la experiencia de actuar junto a Lagartija Nick en Madrid?
Moló mucho, estaba El Sol lleno. Prácticamente todo el mundo acudió por ellos, pero hicimos un show corto e intenso, para dejar al personal boquiabierto. Su concierto fue bestial, con invitados como el Pardo de Sex Museum, Amaral, Ana Curra y Fino de Los Enemigos. Lo que pasó luego en el backstage es material clasificado, pues comprometería la reputación de gente de cierta posición…
¿Y con Jello Biafra?
También muy bien. Tuvimos una potente discusión David y yo en el escenario, antes de empezar el show, y creo que eso contribuyó a encender la temperatura del local. Cuando actuó Biafra la sala era un horno, no se podía respirar. En su anterior visita, alucinamos con el hecho de que Biafra le pidiera al promotor que quería hacer al menos una fecha con nosotros, sin conocernos de nada. Cuando nos llamaron no dábamos crédito, pero era real y tocamos con él en la Live de Madrid.
¿Sentís que con BCore habéis llegado a un nuevo perfil de público?
No creo, aunque hay algunos seguidores propios del entorno BCore.
Revistas como la nuestra, Mondosonoro o Rockzone elegimos “Fire Tractaät” como uno de los mejores discos de 2023. ¿Sentís que sois un grupo reverenciado por la prensa pero poco valorado por el gran público?
Así es y lo atribuyo a que no se nos entiende. Es un hecho recurrente. Si no respondes a una etiqueta-compartimento concreta no puedes acceder a determinados públicos. Se demuestra que lo de las escenas y los “ambientes” musicales es algo más vinculado a lo que está “de moda” que a la música en sí. Pero a nosotros lo que nos interesa es la música, el sentimiento que se apodera de ti, el mundo paralelo, la pureza del arte, el relámpago, la magia negra.
¿Cómo está la puerta que tímidamente abristeis hace unos años fuera de España? ¿Hay fans de Rippers por estos mundos de Dios?
Los hay. El disco ha sido reseñado en medios extranjeros, le pusieron un 9 en la revista / zine alemana Ox! No hace mucho un amigo vendió una copia del LP No Mört en San Francisco por 120€ y el 7” de Xafacaps lo vi vendido en eBay Japón por 45€…
Un disco que os gustaría escuchar camino al Infierno.
Un greatest hits que tengo de la Carter Family o el primero de Cocorosie.
Uno que os haga sentir felices de estar vivos.
Muchos, muchísimos. Depende del día. Hoy me he levantado escuchando The Nature of the Beast de April Wine y me ha entrado de coña. Ayer igual con Black Sheep de SRC. Y ahora, mientras respondo tus preguntas con el Always was… de GG Allin, también me está aumentando fantásticamente el nivel de dopamina en el cerebro.
Texto Roger Estrada
Foto Juliá Alborná