Regreso de este multiinstrumentista que siempre ha destacado por la calidad de sus letras, algo de lo que el blues no ha ido tradicionalmente muy sobrado. Taylor ha mamado blues, no en vano ha tocado en infinidad de bandas, pero también se ha chupado unos cuantos discos de songwritters tradicionales de folk, y eso se deja ver en su manera de escribir. Contraband es su nuevo disco, en el que el afroamericano se acerca sin rubor a otros géneros.
Ya sea el góspel en «The Devil’s Gonna Die», los sonidos tribales («I can see you’re lying»), el boogie («Banjo Boogie Blues») o hasta la música mexicana («Yell Your Name»). Incluso tiene momentos que van de los ZZ Top más cañeros al Son House más rural. Sin complejos. Abriendo horizontes. Que esto del blues no es algo tan rígido. Al menos en manos de gente como Otis Taylor.
Eduardo Izquierdo