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Dylan visto desde aquí / Palabra de músico

¡¡¡MES DYLAN!!!

Iniciamos con este artículo un mes dedicado a Bob Dylan para felicitarle el 70 cumpleaños al mito. Durante los siguientes 30 días encontrarás toda una serie de artículos y entrevistas para celebrar dicha efeméride ¡No te lo puedes perder!

Para certificar que el bardo de Minnesota tiene una amplia predicación entre sus compañeros de profesión, sean de la generación que sean, solo hace falta repasar las hemerotecas. Pero…. ¿Cómo ven al viejo cascarrabias los músicos de la escena nacional? Hemos recogido un puñado de impresiones, vivencias y recuerdos con el denominador común de la obra y la personalidad de Bob. Palabra de músicos.

 

 JORDI BATISTE (Maquina!): Recuerdo a menudo una frase de la canción «Old Friends» de Simon & and Garfunkel…: “How terribly strange to be seventy ¡” Me ha acompañado desde que la oí por primera vez, justamente en el año setenta, entre brisas de cambio y amores de primavera. A medida que pasan los años esta cifra me parece cada vez menos terriblemente extraña, supongo que el hacerse mayor consiste en esto. Pero también me ayuda a encontrar afable y nada extraña la edad madura el sentir próximo a mí al compañero, colega, hermano mayor, Bob, que va a cumplir 70 enredado en el Never Ending Tour, gira que empezó en 1988 y no sabe acabar nunca. Me pongo a pensar en los 70 años de Dylan y en los años setenta de Dylan y acabo decidiendo, como siempre, que es en esta década cuando hizo los discos que más me han enamorado y que llevo en mi memoria como un tesoro inagotable…Desire, New Morning, Pat Garret, Street Legal, Planet Waves, Slow Train Coming…pero, sobre todo, Blood On The Tracks, para mí, un disco imprescindible para entender el mundo mágico, mesiánico a veces, y siempre críptico de Dylan. Transgredir, ir contra corriente, ser un freaky era lo que molaba, ser distinto, sobre todo, ser distinto de la masa conformista y reaccionaria que encarnaban nuestros padres y nuestros gobiernos. Dylan va a cumplir setenta y, dejadme soñar… sigue encarnando estos valores y haciendo música crítica con la sociedad, rebelde e idealista. Escribo escuchando de fondo «Una Simple Vuelta Del Destino», una de las canciones más preciosas de Blood On The Tracks: “ She was born in spring, but I was born too late…Blame it on a simple twist of fate”.

ANDRÉS CALAMARO: Me temo que no tengo autoridad para comentar la década del setenta de Dylan, hay discos que todavía no escuché… conociendo un poco a Bob, supongo que UNA DECADA siempre es irregular, a vuelo de pájaro entiendo que una década con discos como Blood , Desire o Slow Train Coming … es una buena década para cualquiera …  El Rolling Thunder también tiene su status de leyenda …  sinceramente no soy un especialista en TODOS los discos de Bob Dylan … Oh !!

NACHO VEGAS: De los 70 destacaría la que podría llamarse su segunda gran trilogía, después de la de los 60, la formada por Planet Waves / Blood on the tracks / Desire. En concreto creo que Blood on The Tracks representala cumbre, con todas esas canciones-río en la que exhibe una amargura vital insólita en la anterior década y un humor sarcástico rayano en la crueldad que produce escalofríos («Idiot Wind»). Me encanta la alternancia de perspectivas, llegando a cambiar de persona dentro de una misma canción (en «Simple Twist of Fate» o en la versión bootleg de «Tangled Up in Blue»).También me gusta la etapa católica (que sería su tercera trilogía), tan denostada en su momento pero en la que se encuentran canciones tan maravillosas como «Every Grain of Sand». Creo que para Dylan la religión era poesía; no suelta sermones en
forma de canción, como se llegó a decir estúpidamente.

QUIQUE GONZÁLEZ: Soy de los que piensa que todas las etapas de Dylan tienen momentos estelares, pero en los 70 está en estado de gracia permanente. The Band es mi banda favorita y la que mejor le sienta a sus canciones. Suenan incluso divertidos en Planet Waves, pero me emociona más Slow Train Coming, y además Street Legal que contiene «New Pony», que me encanta.

CHRISTINA ROSENVINGE: Blood on the Tracks es mi disco favorito de Dylan. Tal vez es porque en él veo al Dylan más vulnerable. «Simple Twist Of Fate» me afectó especialmente la primera vez que la oí. Esa rueda de acordes encierra algunos de los secretos más efectivos para hablar de la melancolía. Y la letra, he leído en algún sitio, inspirada por el poema de Paul Verlaine Coloquio Sentimental, es tan vaga y tan especifica que es imposible no encontrarte en ella vagando
como un fantasma,  quien no ha perdido el anillo alguna vez……..

JAIME ANGLADA: Dylan en los 70 apareció por sorpresa en Bangla Desh, y montó una súper banda con gira incluida: la Rolling Thunder Revue. Apareció, y además nos sorprendió, en The Last Waltz con The Band, e hizo discos como Slow Train Coming. Para mí a Dylan, coincidiendo con la década en que yo nací, los 70´s, lo definiría como genialidad inquieta y creativa.

FERNANDO MACAYA (Deltonos, Chicktones): Tendría 10 años cuando escuché por primera vez a Bob Dylan. Mi hermano mayor tenía un single que se llamaba «Changing Of The Guards», contenía esta y la cara B un pedazo de canción, «New Pony». Lo escuchaba una y otra vez. Así que este disco, como fan, para mí es el más importante, y como músico aprendí ese riff de «New Pony» que me sigue poniendo los pelos de punta. Más tarde supe que su salida al mercado coincidió en la época en la que murió Elvis, así que mi disco preferido de Dylan en los 70´s es Street Legal.

MANOLO TARANCÓN: Aunque, desde mi punto de vista, hay una trilogía que roza lo insuperable (Bringing It All Back Home, Highway 61 Revisited y Blonde On Blonde) en los años 60, Blood On The Tracks (1975) es un disco con canciones de gran calidad, pese a algunos de los que criticaron ciertos aspectos del mismo. «Tangled Up in Blue», «Simple Twist of Fate», «Idiot Wind» o «Buckets of Rain» son temas que están por encima de la más o menos criticada producción. Las canciones brillan por sí mismas. Para mí, lo más destacable de la década en cuanto a su discografía.

JOE “VINCENT” TRAVELLER (The Midnight Travellers): Un disco: Blood On The Tracks (1975): Para mí es una de las piedras angulares de su discografía junto con Blonde on Blonde y Oh Mercy. Cada uno de ellos marca una época aunque haya otros muy buenos. Un disco lleno de dolor, amargura y mala leche (se estaba separando de su mujer) y de una gran belleza. Grandes músicos invitados. Una canción: «If Dogs Run Free» (de New Morning, 1970): Dificil elección, así que opté por esta canción, tal vez de las menos conocidas del repertorio de BD pero un excelente tema, un tanto atípico, sobre todo si tenemos en cuenta lo que había hecho hasta entonces. Grandioso el piano de Al Kooper y el “scat” de Hilda Harris a lo largo de todo el tema. Una Gira: la de Before The Flood (1974): Después de un largo silencio, BD reune a sus colegas de The Band y dice; “aquí estoy yo”. Cambio radical de su sonido, mas “hard”, ya experimentado en Planet Waves y por primera vez decide versionar sus propios temas. Desde entonces hasta hoy no ha dejado de hacerlo. Álbum de escucha obligatoria.

ALFRED CRESPO/ EDUARDO IZQUIERDO 

 

 

 

 

 

 

 

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