El divorcio casi definitivo entre Olson y Gary Louris podría utilizarse para redactar tesis doctoral sobre la importancia de unir fuerzas y sobre lo perjudicial de separarlas. Estratosféricos aunque no siempre comprendidos cuando confabulan juntos —sea al frente de Jayhawks o como cómplice dúo—, difícilmente superan el aprobado justo cuando transitan caminos divergentes. Mark, mucho más promiscuo, mantiene la balanza en posición de equilibrio gracias a canciones brillantes en discos incompletos, mal rematados.
Él considera a este álbum su segundo disco en solitario —tras el discretamente aceptado Salvation Blues— y parece haber enterrado bajo la arena del desierto donde reside al esqueleto de los entrañables Creekdippers. Pero con Many Colored Kite no va a mejorar media, me temo, pese a que la frialdad que provoca su primer tramo —exceptúen la sorprendente «Little Bird of Freedom», en la que parece cantar Grace Slick— va cediendo terreno a unos momentos que le devuelven a su mejor forma. Construyan un EP con la secuencia «Your Life Beside Us», «Scholastica», «Kingsnake» y «Wind and Rain» y defiendan ante los escépticos la grandeza de este hombre. ¿El resto? Mejor que la mayoría de nuevos discos, inferior a las perlas que regala cuando está realmente inspirado.
Alfred Crespo