La legendaria banda de Manchester fundada en 1982 acaba de publicar Yummy, un nuevo disco repleto de reflexiones sobre la delirante vida moderna (redes sociales, posverdad, tecnología, salud mental, edadismo…) con el inconfundible sello lírico de su cantante y compositor Tim Booth, que se conecta vía zoom con Ruta66 antes de volar con sus compañeros a España para dar tres conciertos esta semana: el miércoles 15 en la Sala Razzmatazz en Barcelona, en el marco del Suite Festival; un día después, el jueves 16, visitarán La Riviera de Madrid; y el sábado 18 serán protagonistas en la nueva edición del Deleste Festival en Valencia.
¿Recuerdas vuestra última vez en España?
Oh, pues me parece que no… ¿Fue antes de la pandemia? Dios, cómo ha pasado el tiempo. ¡No lo sé!
Imagino que el título Yummy viene de alguna anécdota durante la creación del disco.
Sí. Surgió durante la grabación de la canción «Butterfly». Hay una parte del tema que al resto del grupo no le convencía mucho, decían que sonaba al tipo de rock que no les gusta (risas). Así que por encima de ese fragmento canté “Yummy, yummy, yummy…”… y de pronto les hizo gracia y les convenció. En ese momento alguien dijo que sería un gran título para el álbum, y así se quedó.
He leído que este disco ha sido vuestro primer número uno en Reino Unido. ¿Cómo os ha sentado, a estas alturas?
Hemos tenido un montón de números dos y tres, pero sí, este es el primer número uno. Veo que los números son muy importantes en la cultura actual. Ha sido muy gratificante conseguirlo después de cuarenta y dos años de carrera, pero nunca he entendido muy bien el juego de las cifras. Eso sí, estamos recibiendo más atención de la prensa, y para la prensa está claro que es muy, muy importante. Eso hará que vendamos más entradas y más discos, así que genial.
¿Qué pensamientos y reflexiones flotaban en el aire durante la escritura de las letras del disco?
Compusimos buena parte del disco hace año y medio en Yorkshire, en una preciosa cabaña que encontramos. La naturaleza era tan exuberante que te sentías inspirado, apoyado por ella. Otras letras surgieron después, durante el verano. Y todas ellas reflejan las cosas que más me intrigan últimamente: la naturaleza del amor, la tecnología, cómo nos estamos convirtiendo en cyborgs, cómo nos implantarán chips tal como desea Elon Musk… Hay canciones sobre la soledad, otras sobre los conspiranoicos… Es un tema que me fascina, las teorías de la conspiración. Cuando tuve covid y me quedé encerrado en casa, empezaron a salir todas estas noticias sobre desclasificación de documentos oficiales sobre los OVNIS, y me dio por investigar.
El sólo hecho de informarte sobre ello está muy estigmatizado y ridiculizado. Pero cuando ves todas estas informaciones que sacan la propia CIA, los pilotos del ejército, etc… Te empiezas a hacer preguntas. ¿Por qué ahora? ¿Por qué decirlo en este momento después de tantos años intentando enterrar el asunto y tratando como idiotas a los ufólogos? Cuando se lo comenté a mis amigos, vi en su mirada lo que pensaban de mí (risas). Pero claramente hay una intención detrás de estas publicaciones. La sociedad está más que nunca en un estado de supervivencia, y todo esto me intriga.
En España hay un periodista científico con prestigio que ha dicho que este año se va a divulgar la noticia del hallazgo de vida extraterrestre.
Hay muchos científicos que lo están diciendo. Uno de ellos dijo: “El debate sobre la existencia de la vida extraterrestre ahora está en el tejado de los escépticos. Ellos son los que deben rebatir la veracidad de los documentos oficiales del gobierno de Estados Unidos”. Ya empieza a haber evidencia científica, y los que no la crean, deben desmentirla. El asunto es que hay mucho miedo en todo esto, ya que sería una de las mayores, si no la mayor, revelación que la Humanidad tendría que asumir. Eso es un problema.
Para las religiones, será un problema.
Exacto. Pero también hay otro problema: la inteligencia artificial. ¿Y si estas pruebas se han fabricado con inteligencia artificial? Dentro de muy poco será imposible distinguir la verdad de la mentira, y la cosa sólo irá a peor. El fenómeno más preocupante de los últimos diez años es la desinformación, y a partir de ahora va a multiplicarse de forma exponencial.
La verdad va a morir pronto.
Donald Trump ya la ha dejado gravemente herida.
Aquí tenemos fans de Trump en la política española.
¿De verdad? ¿Tenéis un equivalente?
Sí, pero es una mujer.
Trump puede adoptar muchas formas (risas). Qué horror. Hablando de las religiones, recuerdo que Churchill les escribió una carta a Roosevelt y a Stalin sobre el tema de los OVNI, porque se avistaron muchísimos durante la Segunda Guerra Mundial. Y les dijo: “Este asunto debe quedar sellado porque es la mayor amenaza para las religiones”. ¡Esa carta existe, es real! Los gobiernos siempre han intentado que la gente no piense por sí misma, así que las teorías de la conspiración nacen como una respuesta genuina y emocional a eso. No es que crea en todas esas teorías, pero es un tema que me fascina. Por eso escribí una canción sobre ello.
Antes has mencionado que no entiendes la cultura de las cifras. ¿Qué tal te llevas con la industria del streaming y las redes?
No tengo redes sociales. Sólo Twitter, pero durante muchísimo tiempo no seguí a ni una sola persona. La gente me decía: “Tío, se supone que hay darle a seguir a alguien”. Pero sólo lo uso para responder a quien quiera preguntarme algo sobre mi trabajo.
¿Qué ha significado para vosotros recibir el premio Icon?
Ha sido muy bonito porque es un premio con prestigio para los compositores. Es un regalo precioso, y puede ayudar a que la gente entienda nuestra banda, a darnos legitimidad.
He leído por ahí que algunas canciones las habéis escrito entre los nueve miembros del grupo, ¿es verdad?
No… la que más compositores ha tenido ha sido cuatro. Lo intentamos con siete, pero ya son demasiados. Si alguien quiere introducir un cambio, lleva demasiado tiempo consensuarlo. Pero todos contribuyen de cierta forma, con matices que a veces pueden tener un impacto enorme en el resultado de la canción.
Creo que la gente que escucha James se identifica mucho con las letras. ¿Crees que cualquier de tus fans podría ser buen amigo tuyo?
Creo que podría tomarme un café muy agradable con cualquiera de ellos. La gente me dice que escribo historias muy bonitas, y eso le encanta a mi ego. Así que sí, serían mis amigos (risas).
¿Dirías que en este disco hay influencias o referencias musicales que nunca se habían reflejado en James?
Sí, diría que hay algunas. Aunque no sé cuáles son (risas). Todos tenemos gustos muy diferentes, y llevamos nuestras aportaciones con referencias igualmente variadas. Por eso es tan difícil responder.
¿Disfrutas de las giras después de cuatro décadas? ¿O las esperas en los aeropuertos, estaciones de tren, etc… te sacan de quicio?
No lo veo en esos términos, porque amo girar. Estoy en una de las mejores bandas en directo del mundo, y esto es lo que hacemos, a lo que nos dedicamos. Así que no me cuestiono las cosas que forman parte de ello, para bien o para mal.
Llegan noticias de que la industria del directo en Reino Unido está pasando un mal momento, agravado por el Brexit.
El Brexit ha sido un desastre para el país. Cualquier beneficio que tuviéramos de nuestro pasado imperial, ha desaparecido. Eso es un ejemplo brillante de la estupidez que se ha cometido. Ahora es complicadísimo viajar a Estados Unidos, e incluso a Europa. Porque los trámites y los pagos para los visados se han vuelto terribles.
Si suben los costes, suben las entradas. ¿Intentáis que las vuestras no sean demasiado caras?
Lo intentamos, sí. Hay mucha verdad en lo que dices, pero la gente debe tomar una decisión. ¿Te vas a gastar el doble en ir a un partido de fútbol o en una noche de borrachera? En la vida todo son decisiones, y nosotros tenemos que concentrarnos en la gente que quiere pagar una entrada para vernos actuar. Por ejemplo, no va a ser nada fácil girar por España, porque no podemos tocar en grandes recintos exceptuando los festivales. Así que tenemos que asumir los resultados financieros que salgan de ahí.
Has organizado eventos para recaudar dinero para bancos de alimentos en Manchester. ¿Es una responsabilidad personal, o también como artista?
Eso tampoco lo veo en esos términos. Escribo canciones sobre las cosas que me molestan, que me parecen injustas, intentando sacar algo positivo de ello. Cuando me siento a escribir, es lo que me sale. Así que a veces escribo sobre la injusticia, aunque sepa que muchas veces no tenga ningún efecto en la vida real. No quiero alzarme como un campeón ideológico, sino como una persona enfadada con algo. El efecto en la vida real se hace organizando eventos como esos.
Termino preguntándote: ¿crees que a la gente le interesa lo que los artistas piensen sobre temas ya no locales, como este caso, sino geopolíticos, como la masacre en Palestina? ¿Qué opinión tienes tú sobre eso?
Me estoy manteniendo callado sobre ese tema, porque es un conflicto que dura desde hace miles de años, y no creo que mi voz vaya a cambiar la opinión de nadie. A veces creemos que hay que involucrarse con todo, como si tuviéramos el poder de cambiar algo. Pero sobre esto no tengo ni idea. Prefiero mantenerme callado, porque no sé qué decir.
Texto: Nacho Serrano
