El cuarteto formado por Julián Maeso, Juan Zelada, Alberto Anaut y Adrián Costa vuelve a servirnos un delicioso cóctel de afro-latino-americanos en Todo bien todo el rato.
Una terracita donde sirven cervezas de ultramar y sabrosas raciones de oreja no es mal sitio para charlar con Julián Maeso, Juan Zelada y Alberto Anaut (Adrián Costa faltó por un compromiso), miembros de la súper banda Combo Paradiso, fundada para -entre otras cosas- liberarse de las cargas del liderazgo de sus proyectos personales, compartiendo responsabilidades, éxitos y fracasos en su misión de recoger influencias de la música americana en toda su extensión de norte a sur. Tras su debut en plena pandemia con el espléndido Loco vaivén, regresan con un segundo trabajo titulado Todo bien todo el rato que ya ha sonado en salas de todo el país (les quedan Helldorado en Vitoria el 10 de mayo y Villanos en Madrid el 11) y ahora se prepara para el asalto festivalero con citas como Enclave de Agua, Afroblue Festival y otros que están a punto de anunciar.
En la promo del primer disco ya respondisteis a la pregunta de cómo se formó la banda, bla, bla… Ahora toca contar cómo ha evolucionado, en lo artístico y lo personal. ¿Discutís menos?
(Alberto Anaut) ¡Hostia! Menos, ¿no?
(Juan Zelada) Sí, yo diría qué menos.
(Julián Maeso) Cuando te haces mayor, las ‘taritas’ de cada uno se hacen más notables (risas). Pero por otro lado, se aprende a aceptar más al otro.
Y cuando discutís, ¿lo hacéis más por cosas de composición, de ejecución o de producción?
(Maeso) Buena pregunta. Para cada cosa que se plantea en cualquiera de esos tres aspectos, hay cuatro opiniones diferentes. Y como en una buena comuna, poco a poco vamos encontrando una misma dirección.
(Zelada) La dirección que se toma parte de cuatro líneas diferentes, que se unen haciendo los cuatro el ejercicio de tragarnos nuestra pildorita para la humildad.
(Anaut) También es cosa de tener claro qué se le da bien y qué se le da mal a cada uno. Y eso lo hemos visto más claro haciendo este segundo disco.
(Zelada) Eso es. Al principio pensábamos que las cuatro opiniones eran igual de válidas, y luego te das cuenta de que para determinadas cosas, hay opiniones más válidas que otras.
¿Por qué os habéis mudado a Calaverita Records para lanzar este segundo disco?
(Zelada) Los conocía nuestro management, Soul Matters, y en el sello hay gente afín como Travis Birds o Jairo Depedro.
Detrás del título ‘Todo bien todo el rato’ tiene que haber una anécdota divertida.
(Maeso) Los golpes de la vida te los puedes tomar bien o mal. Es un sarcasmo: para todos los problemas, alegría. Por otro lado también es una crítica a lo mal que está el tema en todo el planeta, y a la falacia del estar bien siempre que se propaga en las redes sociales.
(Zelada) Cuando la furgoneta te deja tirado en medio de la carretera. Cuando llegas tarde a la prueba de sonido. Cuando te olvidas la guitarra en el hotel. Cuando no haces ni caso a la de promo… (risas) En todos esos momentos decimos “todo bien todo el rato”.
La grabación en Cool Mood Studios, en la sierra de Madrid, sería muy distinta a la de los estudios de El Náutico, frente al Atlántico.
(Zelada) Fue idea mía. Yo me mudé a la sierra, y había trabajado con Pablo Díez en mi material. Tiene un estudio increíble lleno de pianos en un polígono de Collado Villalba. Lo difícil fue coordinar las agendas de todos.
¿Allí llegasteis con las canciones terminadas?
(Anaut) Algunas estaban casi terminadas, y otras eran un germen para que el resultado fuera más de los cuatro, potenciando las cosas buenas de cada uno de nosotros.
Julián, está chulo eso que haces con el hi-hat en el estribillo de «Toda una vida».
(Anaut) Qué bueno, eso fue una de las cosas donde hubo debate. Estábamos los tres contra él (risas).
(Maeso) Sí, sí. Ahí me dejasteis solo. A punto de echarme, estuvieron (risas).
(Zelada) Pues me encanta que te haya molado, porque eso demuestra que una opinión puede ser más válida que las otras tres en un momento particular. En esa percepción tuya se resume perfectamente.
Imagino que esa versión ha tenido mucho feedback en redes.
(Anaut) Ya se viralizó cuando Adrián publicó un vídeo cantándola con tres músicos cubanos callejeros en La Habana. Le pasaron unas maracas, se puso a cantarla y la gente local allí flipando.
¿Qué os saca Combo Paradiso que no os salga con otros proyectos?
(Anaut) A mí, poder centrarme sólo y exclusivamente en la música. Yo no tengo sello, tengo un manager distinto en cada disco, tengo que estar a mil cosas… Y eso da muchas más inseguridades. Aquí a veces hay que ceder en cosas, pero puedo centrarme en la música.
(Zelada) El ejercicio de ceder, exacto. A todos los músicos que llevan veinte años componiendo, les recomiendo hacer lo que estamos haciendo nosotros. Es súper sano.
(Maeso) A mí, esta banda me dio fuerzas en la pandemia. No tenía ganas de nada, y cuando nos juntamos de repente sentimos algo muy bonito: que cuando uno está mal, los otros le empujan para arriba.
(Zelada) Me estoy acordando del documental sobre la última entrevista de Chandler, el de ‘Friends’. En resumen es exactamente eso. Sus amigos le sacaron de un fango en el que no sabía que se estaba metiendo. Aunque luego pasó lo que pasó, lo recomiendo mucho. Nosotros pasamos por malas rachas en diferentes momentos, y nos apoyamos mucho mutuamente.
Es evidente que vuestra banda pone en valor la excelencia vocal e instrumental. ¿Os enerva mucho el panorama actual, o pasáis del tema?
(Zelada) Es curioso porque he visto que hay gente del trap que empieza a reconocer que hacen una música menor. En fin, somos ajenos a todo eso…
(Maeso) Es el momento que les ha tocado vivir. Ellos no son quienes dictan las normas. Es la industria, que cuando ve dinero en algo, se vuelca.
(Anaut) Yo veo que se suple la falta de talento con la producción. Hay ejemplos que lo contradicen, como Billie Eilish, que a mí me gusta porque tiene cancionacas y a pesar de que le mete il capas de movidas, el talento sigue siendo el núcleo de su movida.
¿Cuáles son vuestras súper bandas favoritas?
(Zelada) Yo creo que tenemos consensuada a los Travelin’ Wilburys. Nos encanta Roy Orbison, especialmente a Adrián. Y es que Orbison compone como Dios. Con la energía de Tom Petty… nos pone más que lo típico de Crosby, Stills, Nash & Young, por ejemplo. Aunque de CSN&Y nos gustan las voces, que es algo que queremos mejorar en Combo Paradiso.
(Maeso) Partimos de los Travelin’ Wilburys para llegar a Los Panchos.
¿Cómo están siendo los primeros bolos con los nuevos temas? Por cierto, ¿notáis que hay más gente de cháchara últimamente, como se dice por ahí en redes?
(Anaut) ¿Al teatro vas a charlar con tus colegas? No, a nadie se le ocurre. No entiendo por qué en un concierto sí.
(Zelada) Los que pagan veinte pavos por entrar hablan menos que los que entran invitados, eso también te lo digo. Pero aparte de eso, estamos notando que hay más efervescencia en el público, que ya nos conocen y que hay más interacción. Además, el público de nuestros proyectos personales también suele pasarse a ver a Combo Paradiso, así que tenemos eso ganado (risas).
¿A quién invitaríais a participar puntualmente en un tema o un concierto de Combo Paradiso?
(Zelada y Anaut al unísono) ¡A Miguel Ríos!
(Anaut) Jajaja, es que eso ya lo tenemos hablado. Nos encantaría.
(Maeso) A Jairo Depedro, Jorge Drexler, Tarque, Los Zigarros…
Yo veo ahí a un Santiago Auserón.
(Zelada) Adrián te estrecharía la mano ahora mismo por lo que acabas de decir. Yo también lo veo. Domina lo cubano como el que más, sería acojonante.
Texto: Nacho Serrano
Fotos: Silvia Mus
