Rescatados —previo éxito alcanzado tras asomar uno de sus temas en la pequeña pantalla— del sueño eterno en que se sumieron hace un lustro, la remozada formación tejana revive con un disco menos continuista de lo esperado. Sin soltar lastre respecto a su ascendencia roquera y sureña, su puesta en escena sin embargo se muestra mucho menos condicionada por los estándares. Incluso en canciones de estricto abolengo, como «Trace My Soul», se percibe el desprejuiciado uso de una instrumentación especialmente destacable en la emotiva «Heart Over Mind». Piezas ensalzadas por una descomunal voz interpretativa que igual se acomoda en la sobria hondura de Waylon Jennings, para relatar «Love in Kind», como recoge la faceta crooner de un Elvis Presley al que envían a encabezar una banda de hard-rock en «Civilized Anxiety». Porque Uncle Lucius no se han conformado con proseguir el camino allí donde se detuvo, sino que han activado un nuevo inicio definido con excelencia.
KEPA ARBIZU